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- ¡FRISK!

Esa voz...

No sé atrevió a dar la media vuelta para encontrarse con aquel monstruo que había gritado.

Hace ya mucho que no había escuchado a alguien pronunciar su nombre de una manera tan dulce...

- ¿F-Frisk?

Ese era otro, también le reconocía sin necesidad de mirarlo.

- ¿Por qué...? ¡¿POR QUÉ NO PUEDEN DEJAR DE ESTORBAR?!

Esas no son mis palabras.

Una mirada carmesí fue quien encaró a los recién llegados a aquella entrada al otro mundo. Su seño fruncido, o mejor dicho, la expresión furiosa que mostraba, no daba nada de tranquilidad, era como si fuese a explotar de rabia en cualquier momento o que fuera en contra del esqueleto y su ex-amigo con un cuchillo sin remordimiento alguno.

- Chara...- Asriel tragó saliva. Estaba preocupado y sobre todo temeroso a lo que fuera capaz de hacer la mencionada ahora que poseía a la humana, sobre todo estando al borde de un abismo. Sans nada más escuchar el nombre, se preparó mentalmente para lo que sea que esa fantasma de la que siempre sospechó aún sin poder verla, fuese a hacer algo que arriesgara la vida de Frisk.

- ¡No avances!- El principe se sobresaltó y no se atrevió a dar más de un paso. Ella formó una ligera sonrisa- ¿Para qué se complican la vida? ¿Qué ganan con que esta humana viva? ¿Vale la pena acaso? ¿Qué de bueno ha hecho? Je, aparte de ser una inútil mentirosa y mal agradeci-

- ¡CÁLLATE!- Chara y Asriel miraron al esqueleto, ambos estaban sorprendidos, uno más que el otro, pero eso no le quitaba el hecho de que era de las pocas veces que se le veía a Sans enfadado- Me da igual lo que hayas vivido y la razón por la que odias tanto a Frisk, pero te aseguro que...- Bajó un poco la mirada y apretó los puños- Que ella, con su única y simple existencia- Miró a Chara con seriedad y franqueza- Vale más que tu alma putrefacta y vengativa.

Sans...

- Veo que tienes más agallas que huesos, basura. Ojalá ella pudiera escucharte- Sonrió victoriosa al ver que la mueca de el quien se dirigía estaba más fruncida- Descuida, yo me encargaré de darle algo mejor que esta vida llena de mentiras que ella misma se creó. Tal vez para Frisk, la muerte no sea el peor destino, pero creo que para ustedes, su ida será tortura suficiente para que yo esté satisfecha.

- ¡Chara, no lo hagas!- Casi suplicaba el príncipe- No quiero que ambas desaparezcan, ella, y tampoco tú se lo merecen, ¡Todo puede arreglarse! Pero... Sólo si retrocedes...- La nombrada no dijo nada. Había dejado de sonreír por unos momentos, pero volvió sin problema al sentirse extrañada por las palabras del contrario.

- Ay, Asriel... Tú nunca cambiarás, y no esperaba menos de tí. Respecto a lo que dijiste, yo reconozco que en realidad sí que merezco dejar de existir, en eso te equivocaste, y... Sí, tal vez ella no es alguien que deba ganarse este camino, es injusto, pero... Ella no lo ve así. Por algo ella misma iba a lanzarse hasta que ustedes llegaron.

- ¿Qué...?- Sans quedó impactado tras esas palabras. Qué la demonio dijera eso, no le aseguraba que estuviera hablando totalmente con la verdad, pero pensar en que ese hecho en serio pasó, le hizo flaquear sus extremidades.

- ¡Lo que oíste, saco de huesos! Esa idiota estaba dispuesta a suicidarse por el simple hecho de no aguantar su "relación" contigo. Su vida ya era un asco desde entonces, pero mantenerse con esa mentira fue la gota que derramó el vaso.

Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora