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- Uff, entonces- Cerró la puerta el esqueleto después de que él y la humana entraran- ¿Qué hacemos?

- Pues... ¿Te gusta el café?

- Sí.

- Entonces ve a hacerlo mientras yo limpio un poco allá arriba, ¿Ok?

- Claro- Frisk subió rápidamente y a pesar de que él era él supuesto invitado, fue a hervir el agua.

Supuso que la humana no quería tenerlo sentado mientras ella hacía el aseo en la planta de arriba, así que propuso eso para mantenerlo ocupado. No quería que estuviera aburrido en el sofá haciendo nada, prefería que estuviera aburrido en la cocina haciendo café.

Qué sea en algo útil para variar.

- ¿A ella le gusta el azúcar?...- Se preguntó al momento de tener las dos tazas con agua caliente en la barra. Vagamente, luego de eso se le vinieron más preguntas a la cabeza.

¿Cuál es su color favorito? ¿Le gustará leer? ¿Tiene televisor? ¿Cuando es su cumpleaños? ¿Tiene algún hobbie?... ¿Le gusta el azúcar? ¿Cuántas cucharadas le echa? ¿Le pondrá otra cosa al café?

Valla que se había tomado su tiempo para conocerla. Se sentía decepcionado de sí mismo y su poca importancia en la humana en el pasado, se arrepentía de eso.

- ¡Sans, ya puedes subir!

- ¡Sí, ya voy!- Se quedó viendo las tazas otra vez y le echó café a cada una (Con algo de miedo de no hechar la cantidad correcta al de ella) y a la suya un poco de azúcar para luego cargar a ambas de su "oreja", después de todo esa está su función; caminó y subió las escaleras mientras un importante detalle estaba flotando tras él.

- Este- Señaló la puerta detrás suyo- Es mi cuarto, y el de allá- Señaló a la izquierda- Es el de invitados.

- ¿Ahí me quedaré?

- Si, pero de mientras- Abrió la puerta de su cuarto- Puedes pasar- Hizo caso aún cargando las cosas y Frisk notó el último objeto.

- ¿Eso es el azúcar?

- Sip- Puso las dos tazas en la mesita de noche alado de la cama y la miró- No pregunté si le echas azúcar y si así es, cuánto... Oh, olvidé la leche, yo no lo tomo así, pero voy por ella- Iba a dar un paso, pero ella se lo impidió al acercarse.

- No, Sans, yo tampoco le pongo leche al café y... Si me gusta la azúcar, me gusta mucho- Agarró el botecito con cuchara incluida del ingrediente dulce- ¿Cuál es la mía?

- Es... La que está a la derecha- Se apartó para darle paso y ella le puso al menos cuatro cucharadas a su café, sí le gustaba, eso pensaba el comediante, él solo le había puesto dos.

Ambos se sentaron en la orilla de la cama y Sans observaba atentamente a la contraria. No parecía desagradarle el café, así que se sintió tranquilo de haber calculado bien todo lo demás. Ella se lo acabó rápido y dejó la taza en el mismo sitio en que lo agarró.

- Oye, Frisk.

- ¿Sí?- Se quitó los zapatos y se sentó con las piernas cruzadas sobre la cama. Sans dejó su café a medio tomar y se quedó pensando.

- ... ¿Por qué escapaste?- Metió sus manos en sus bolsillos, pensando que tal vez estaba llendo algo rápido. La humana se limitó a mirarlo con una expresión neutra, sus ojos estaban ligeramente iluminados y poco después los desvió a un lado, el opuesto no lo notó, pues no le dirigía la mirada en ese momento.

- Pues... ¿Alguna vez... Has sentido que eres totalmente feliz con tu vida... Pero justo cuando todo es más que perfecto, viene alguien a destrozarla?- Sans pareció apagarse un poco con esa pregunta, incluso miró hacía el techo con sus cuencas oscurecidas.

Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]Where stories live. Discover now