Perfecto... Sólo en mi mente ▶FRANS◀ [COMPLETADA]

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Antes de comenzar, quería aclarar que había publicado esta parte por accidente y pues se filtro un pedazo del capítulo. Espero que NADIE lo haya visto, y pido una disculpa por la tardanza.

Ahora sí, que empiece y feliz cuarentena.

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- ¿Luego qué paso?

- Pues... Era raro verme serio, Papyrus lo notó al instante y me preguntó si estaba bien. Mientras intentaba buscar alguna razón para llevármelo lejos de ahí, no me di cuenta de que Chara se acercó demaciado a la espalda de mi hermano, y luego ella...

- ¡Chicos! ¡Bajen a comer!

Frisk y Sans miraron a la puerta cuando el grito de Papyrus llegó hasta ellos.

- Pero...- Estaba confundida y vio el reloj que estaba en el cuarto- Si apenas son las 12- El esqueleto se encogió de hombros.

- Probablemente hizo un nuevo platillo y quiere que lo probemos- Se levantó y miró a la contraria extendiendo su mano- Hay que ir, cariño.

Ella se quedó pensativa. Perfectamente podía levantarse sin su ayuda, pero en vez de reclamárcelo, accedió a su agarre como impulso involuntario. Al momento de levantarse, ambos no hicieron nada más que mirarse a las pupilas, Frisk no entendía nada, pero le gustaba la sensación cálida que transmitía ese silencio. Sentía honestidad en las palabras del monstruo.

Recordó que aun no tenía la fuerza de voluntad que necesitaba para preguntarle acerca de la última vez que se vieron, sintió algo de rabia por haberse prometido ella misma que su única tarea era averiguar sobre Chara, una de las cosas que también impedían dejar a Sans en primer plano.

Abrió los ojos algo grandes cuando se dio cuenta del largo tiempo que estaba pasando entre los dos; sacudió la cabeza y sonrió nerviosa, soltándose del agarre del otro.

- L-luego me cuentas el resto de la historia.

- Ah, sí, con gusto- Guardó ambas manos en sus bolcillos y bajaron. Efectivamente, su hermano había preparado algo nuevo, y eso eran tacos.

De veían sencillos de hacer y se mas tenían pocos ingredientes, casi todos comprados, no podría saber tan mal...

- ¡He! No saben tan mal, Pap.

- ¡Si es...! ¡¿Cómo que no tan mal?!- Colocó sus manos que tenían puestos guantes de cocina color rosa en sus caderas. En una de ellas sostenía una espátula. La humana no dijo nada, comía lento mientras veía a los hermanos.

- Tranquilo, quise decir que al menos son comestibles- Le dio un mordisco al pedazo de taco que le quedaba. Los crugidos de aquel alimento frito sonaban con cada masticada- Hm...- Tragó su porción- ¿Que no los tacos originales son suaves?

- ... No...- Miró a la ventana, pensando en saltar por ella, pero no hace más de una semana que habían cambiado el vidrio por uno nuevo luego de la última vez que lo hizo, así que se aguantó. Sacudió sus huesos y señaló al mayor- ¡Eres tú el que no tiene cultura! Son tacos... ¡De otro estado! Para nada tuve que freírlas porque se me quemaron en la sartén.