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El tiempo se había detenido para ellos. Sus ojos se perdían en los del otro, congelando ese instante para siempre.

La música se elevó junto a los aplausos y vitoreos de los presentes.

Mi marido.

Jimin suspiró juntando sus frentes.

Mi esposo.

Yoongi sonrió antes de besar sus labios brevemente, tomarle de la mano y alzarse.

Juntos se dispusieron a enfrentar a sus seres queridos, quienes les aplaudían entre sonrisas y lágrimas de emoción.

Avanzaron con las manos unidas por el pasillo que se había formado, donde todos dejaban caer una fragante lluvia de pétalos rosados, blancos y anaranjados.

Aun no era momento de felicitarlos, no hasta que el último acto simbólico se llevara a cabo.

"La marca."

Como fiel antigua tradición, luego de la ceremonia, se daría la instancia donde el alfa marcaría a su omega por primera vez. Aunque en este caso, sus lobos estuvieran unidos desde hace años, ellos querían seguir la costumbre.

Caminaron en un pequeño silencio cómplice hasta su hogar, donde el planeador de bodas los estaba esperando.

-Tómense su tiempo, nosotros continuaremos con el cóctel.

-Gracias. -Yoongi le palmeó la espalda antes de abrir la puerta de su hogar. Todo había sido arreglado de tal modo que la casa en si estaba en penumbras, todas las ventanas habían sido tapadas, dando privacidad absoluta a la nueva pareja. Un camino de luces y pétalos rojos los guiaban a la madriguera que Jimin usaba como su lugar especial, era iluminada con muchas velas, los ventanales fueron cubiertos con cortinas gruesas de color burdeo, permitiendo que el resplandor del sol traspasara, proyectando una atmósfera sensual.

Jimin entró junto a su esposo, avanzando lento, sin prisas.

Al llegar al centro de la estancia, se dio cuenta de los preciosos detalles, los cuales simplemente pasaban a segundo plano cuando Yoongi lo miraba con tanto amor y deseo, como lo hacía en ese momento.

El alfa se llevó sus manos unidas a la boca, plantando un beso en los dedos del menor, justo sobre su argolla de oro blanco.

-Cachorro...-sus corazones acelerados y respiraciones profundas eran una, cuando sus lobos estaban pidiendo la unión.

El menor avanzó por el piso alfombrado, llegando al centro del lugar, donde colgaban dos pequeños faroles, los cuales iluminaban lo justo el borde de las colchas y frazadas, que representaban su nido; sonrió con ternura y sus ojos se oscurecieron. Tirando de sus manos unidas, abrazó a su esposo hasta dejar su boca cerca de su oído

-Tómame, Min Yoongi. -murmuró.

Yoongi le apresó las caderas y giró el rostro hasta encontrarse de frente con su pareja. Sus narices rozándose, sus alientos agitados, mezclándose. Estaban tan cerca que solo un movimiento los podría unir.

Jimin posó sus manos en la nuca de Yoongi, arrastrando los dedos por entre las suaves hebras. El alfa enfocó su mirada y ronroneó, pues esa clase de cariños lo llevaban siempre al límite.

Yoongi sacó la lengua y delineó el labio inferior de Jimin, sin llegar a besarle del todo.

Alfa y omega se provocaban con movimientos sutiles, conscientes de lo que le gustaba al otro.

Yoongi pegó su cadera a la del menor y sonrió de medio lado. Jimin suspiró y acarició sus labios con los del mayor de forma frágil, antes de inclinarse sobre sus pies y plantar un besito en la frente del alfa, bajando a su entrecejo y la punta de la nariz, en un gesto tierno, que rompía esa burbuja de provocación, dando pasó a la ternura de la intimidad.

🔒Don't FarAway🔒《Omegaverse-YM》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora