🔒Don't FarAway🔒《Omegaverse-YM》

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Jimin observaba el amanecer a través de las nubes. El color del alba le robaba el aliento, con sus tonos anaranjados y azules suaves, iluminando las nubes, pintándolas con parsimonia, llenándolas de vida paulatinamente, así como el cielo pasaba de la oscuridad a la claridad. Sin embargo, la imagen de un amanecer desde las alturas le robaba el aliento tanto o igual a la imagen del alfa dormido a su lado, quien tenía la boca abierta y roncaba con ligereza. Su cabello le rozaba las cejas y sus pestañas oscuras velaban un sueño tranquilo. Sus mejillas sonrojadas y su nariz pequeña le daban una vulnerabilidad que, Jimin estaba seguro, solo él podía ver. Sus pequeños ronquidos le hacían reír, fascinado, con aquellos ruiditos tan pequeños. El alba dejó de ser interesante cuando Yoongi maldijo en sueños, entre murmuros roncos, estiró los labios en un puchero y se movió, buscando a tientas a su esposo, quien, acomodado a su lado en aquel ridículamente inmenso y cómodo asiento, le observaba. Yoongi estiró las manos, sin abrir los ojos, hasta dar con las de su pareja y aferrarse a ellas. Suspiró y volvió a dormir pacíficamente, con ronquiditos y todo.

Jimin sonrió, viendo hacia fuera por última vez y tomar un par de fotos, se dispuso a acomodarse junto a su esposo y dormir algo. Llevaban apenas una hora de vuelo y por lo que logró averiguar, eran más de diez.

-¿Señor Min? -una azafata se acercó con sigilo. Jimin le miró curioso, indicándole que continuara -Al fondo, donde se ve la puerta, hay una habitación con una cama doble y baño...sería mejor si descansaran ahí. -ella les indicó -También, si quiere, podría ofrecerle desayuno antes de dormir.

-Yo...uh...yo comí mucho en la fiesta, estoy bien. -ella asintió- Aunque tomaré su oferta e iré a dormir al cuarto.

-Es lo mejor, por más cómodo que sean los asientos, no es lo mismo que una cama. -Jimin asintió, ruborizándose cuando por su mente pasaron imágenes de "qué otras cosas" eran más cómodas en una cama -¿le puedo ofrecer algo más?

-No, gracias por todo. -ella asintió, hizo una reverencia y se marchó a un pequeño apartado, donde estaba la cocina.

Jimin suspiró y observó a Yoongi, sonrió al verlo tan sereno, aferrado a su mano. Inclinándose, empezó a darle besos, empezando por su frente, delineo con la punta de su nariz el tabique de la del alfa, dejando otro besito en la punta. Sus labios dibujaron el sonrojo de sus mejillas y rio bajito cuando de forma casi automática, Yoongi se arrunchó hasta acurrucarse en el espacio de su cuello.

-Hyung, vamos a dormir a la cama, quiero que me abraces. -le murmuró y soltandole la mano, le abrazó, acariciándole la nuca y el cabello.

-Mnh...-fue la respuesta.

-Vamos, esposo. -Jimin se separó, para tomar al alfa por los hombros -Si me acompañas, te hago mimos en la panza.

Mimos en la panza...

Mimos en la panza...

¡¡MIMOS EN LA PANZA!!

Yoongi abrió los ojos de golpe, cuando una de sus frases preferidas fue dicha, pues amaba con el alma los cariños que Jimin le hacía en la panza.

El omega comenzó a reír difuminando todo su entorno al casi cerrar sus ojos, cuando el mayor se alzó y comenzó a arrastrarlo a la habitación, como si ahora le urgiera por llegar ahí. Una vez en el interior, el alfa se sacaba la ropa a tirones, quedando en bóxer y camiseta. Cuando se volvió a ver a Jimin con una sonrisa, le frunció el ceño.

-Cachorro ¿por qué mierda llevas tanta ropa? -le regañó en forma suave, dejando al descubierto todo su acento de Daegu, ese que aparecía cuando estaba somnoliento o muy enfadado.