Un Alocado Amor

★彡[ Capítulo 25 ]彡★

Un Buen Día

Estaba molesto, aunque eso era poco a como en verdad se sentía, llego a visitar a su esposo y a su hija cuando se entera de la noticia, su lunática suegra se había querido robar a su princesa.

Y que bueno que no lo hizo porque sino le explotaría el culo y no sólo literal, los grandes litros de gasolina que coleccionaba le iban a servir al fin.

Entro a ver a su esposo dejando los instintos asesinos fuera de la habitación en donde sus dos amores estaban.

— ¿Cómo estas? — pregunto al lado de Eijirou.

— Cansado y confundido — suspiro.

— ¿Por qué confundido? — quizo saber.

— Hoy cuando alimente a Elli se pego a mi pecho se sintió extraño y fue algo nuevo para mi — dijo sonrojado.

— Creo que debí chuparlas más seguido así ahora sería tan normal — dijo resignado y de forma pensativa.

— Pervertido, frente a tu hija no — regaño Eiji.

Katsuki cargo a su nena, mimo a su esposo y al llegar la despedida, beso en la frentesita a su hermosa neta y en la boca a su esposo.

Iba ya en el auto conduciendo tranquilamente, cambiando de canción cada segundo.

Cuando por un descuido casi atropella a alguien.

— QUITENSE DEL PUTO CAMINO BASTARDOS — se bajo del auto a ver si había aplastado al idiota, cuando se dio cuenta que era Deku y el bastardo mitad-mitad — si hubiera sabido. apretaba más el acelerador — dijo resignado.

— Deberías tener cuidado — dijo Shoto cargando a Midoriya, el cual se había desmayado por el susto.

— Ja tuvieron suerte, ahora llevate a eso y desaparezcan de mi vista — se fue al auto — ah y te recomiendo que ahora que esta casi muerto lo lleves a un motel y te lo cojas, otra oportunidad no tendrás — subió al auto y se fue.

Todoroki miro a Izuku y luego a su alrededor, "No suena mal" y se fue al motel a gozar la vida que les queda, porque con un loco como Bakugou en las calles uno ya no sabe cuanto vive.

Mientras tanto Katsuki llegaba a su casa y nota la puerta de la entrada abierta.

— Que demonios — dice enojado.

Entra con sigilo buscando con su vista a la persona que entro infraganti, se queda quieto y avanza al escuchar ruidos en la cocina, entra con cuidado llevando en sus manos un arma mortal.

Ni modos adiós al florero favorito de Eijirou, cuando termino de entrar en la cocina ve a la madre del chico que llego a aborrecer en su vida.

— ¿Qué hace aquí? — pregunto bajando el florero y sacando el celular debía llamar a la policía.

— Sólo vine a hablar contigo — dijo la mujer mientras bebía té — aquí tienes un poco — le mostró otra taza con té.

Katsuki se acerco, tomo la taza, la olió y no olía a nada extraño, pero algo en el rostro tranquilo de esa mujer lo hizo dudar.

— ¿De qué quiere hablar? — dejo la taza aun lado sin beber nada.

— Sobre mi hijo — contesto ella y sonrió.

Se observaron por varios minutos hasta que la luz del hogar de Katsuki se fue.

Continuara

Cuando estas entre acabarla y no...