Un Alocado Amor

★彡[ Especial ]彡★

Tú + Yo = Felicidad

Pareja BakuShima

Seis meses después se veía a Katsuki intentando que su princesa camine.

— Vamos cariño, tu puedes, si te caes golpeare a Sero — decía el rubio.

— Eso no se vale — lloriqueo el pelinegro intentando ponerse de pie pero un cuerpo sobre él se lo impedía — vamos dejame huir — lloraba Sero.

— No — dijo Denki comiendo helado — te quedas por idiota — se acomodo sobre el cuerpo que estaba en el suelo.

— ¿Por qué son tan malos? — Eiji llegaba con vasos y una jarra de limonada.

— ¡Malos!, este idiota insensible no compro mi crepa con relleno de helado y chocolate, se lo merece — dijo haciendo un puchero.

— Te la paso porque cargas a nuestro hijo — Hanta ya se había rendido.

— Bueno, junte 54 golpes a Sero, 78 al idiota te dejare la cuenta hasta que tu mocoso nazca, al imbécil de Deku debo atropellarlo y al bastardo mitad-mitad en unos días recibirá su sorpresa — marcaba como cumplidos algunas cosas de la lista que tenía en su mano.

Denki se puso de pie era el que custodiaba que su esposo no huyera y digamos que a Sero no le fue nada bien, pero se gano unas ministro vacaciones otorgadas por el hospital.

Izuku si tuvo un accidente pero no por un auto sino por la bicicleta que Katsuki manejaba cabe decir que los frenos fallaron y no pensaba arruinar sus tenis para detenerla.

Todoroki recibió la sorpresa del rubio, su departamento se lleno de teteras con fotos de Enji Todoroki, ese día Shoto no volvió a ver las cosas igual.

Mina se salvo gracias a que cuido a su princesa y el puso secuestrarse a su esposo por tres días.

Después de eso Eijirou lo dejo por tres meses en abstinencia, por supuesto al pasar el castigo Katsuki no perdio tiempo.

Cuando el hijo de Denki nació Eijirou y Katsuki fueron sus padrinos, Yūta Sero.

Cuando la pequeña cumplió un año ya podía hacer muchas cosas que otros bebés no pueden, era muy inteligente.

Festejaron su primer año en una pizzería, la rentaron para ellos sólos sin metiches de por medio.

Ahora la pequeña Ellie de tan sólo dos años corría por la casa de la Familia Bakugou, estaba tan entretenida en sus juguetes que no noto que su padre rubio la observaba desde lejos.

— Papá — dijo la pequeña corriente hasta donde su padre estaba.

— Hola princesa, ¿Y papi? — pregunto después de dejar un besito en su cabeza.