Capitulo 48

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Ethan estaba callado. No decía nada y eso aumentaba mis nervios. Y en medio del silencio, el llanto del pequeño Masón resonó por todo el restaurante. 

Lo levante en brazos y le di de beber el pecho. 

Ethan seguía sin responder, estaba mudo y lo único que hacia era llorar en silencio. Me senté al lado suyo, deje al pequeño Masón en el huevito y tome de las manos a Ethan. Le gire su cara para poder encontrar sus ojos, e hice que me mirara. 

--Mi amor, no llores por favor. 

--No...No puedo con esto...Mi amor, si te me vas te juro por Dios que me voy detrás tuyo.

--Ethan, no digas eso, hay un bebe en medio de todo esto, no puedes dejar todo así como así. 

--Dime por favor que hay cura. 

--...No, no la hay. El cáncer se despertó hace bastante tiempo, y no puedo hacer exactamente nada. 

--¿Cuanto...? ¿Cuanto...Te queda?

--El doctor dijo que como mucho...4 meses. 

--Noooo, por favor dime que esto es un sueño, dime que no es real. 

--Como lo siento.--dije rompiendo en llanto nuevamente. 

Ver a Ethan llorar, partía mi alma en dos pedazos. 


En el regreso a casa, fue todo muy silencioso, el pequeño Masón dormía plácidamente en mis brazos, y lo único que se podía escuchar en ese horrible silencio, eran los sollozos de Ethan y sus lagrimas caían suavemente. 

--Olvide decirte algo.

--¿Es algo del cáncer?

--Si...

--Dime.--dijo destrozado. 

--El doctor dijo que iba a ir perdiendo la vista de a poco, ya que el cáncer había afectado en mis ojos también. 

Vi de reojo como se apartaba a un costado de la carretera, y soltó todo su llanto, saco todo lo que tenia guardado.

Abrió la puerta del coche, y grito con todas sus fuerzas al aire mientras lloraba fuertemente, tan fuerte que el bebe se había despertado. 

Lo tome en brazos y llore amargamente. Odiaba todo esto, tener que dejar a mi bebe, dejar a mi marido, al amor de mi vida. ¿Por que a mi Dios? ¿Que tienes para mi? ¿Por que le haces este daño tremendo a mi familia? ¿Acaso no me amas Dios? 

En ese momento estaba enojada con Dios, conmigo misma y con el maldito cáncer. 


Al llegar a casa deje a Masón en su cuna, y yo me dirigí hacia mi habitación. Ethan estaba en la ducha, yo me desvestí completa y fui hacia al baño.

Al verme desnuda, el sonrió. 

Me metí dentro con el, y lo comencé a besar, me tomo de la cintura y me subió arriba de el, su boca viajo hasta mis senos y los comenzó a succionar. Tire mi cabeza hacia atrás mientra que mis manos apretaban su cabello, cerré mis ojos y pude sentir el verdadero placer. 

Salimos de la ducha como estábamos, todos mojados. Me recostó suavemente en la cama, mientras me besaba apasionadamente. Luego entro dentro mio, y sentí como todos los problemas se iban de mi, como si no estuviera enferma, como si no me doliera dejar a mi familia, Ethan me hacia el amor de una manera salvaje y suave a la vez. Podía sentir que verdaderamente me amaba, y que yo lo amaba. 

Los gemidos de ambos se mezclaban dentro de la habitación, mi espalda se doblaba y mis ojos se cerraban al sentir como Ethan me amaba a su manera. Me beso, y así paso nuestra noche que al principio había sido de dolor, y luego paso a una de amor y pasión. 

Me recosté al lado de Ethan, y lo abrace por su abdomen. 

--Te amo.--dije agitada.

--Yo te amo mas.

Me tomo de la barbilla y me beso. 



Mientras intentaba dormir prendí las luces de la mesa de noche, y fije mi vista en Ethan. Se había dormido, y en su rostro habían quedado un par de lagrimas. 

Me acerque a su rostro, y bese sus ojos. Limpie con mis dedos sus lagrimas, mientras que yo lloraba en silencio, y me culpaba por dejar un hombre que tiene toda una vida por delante y a un pequeño que va a recorrer su infancia, adolescencia, juventud, sin una madre. 

No voy a estar ahí para cuando cumpla sus 18 años, cuando tenga novia, y cuando se vaya a casar. Tampoco voy a ver a mis nietos. 

Mi corazón dolía, y lloraba como nunca lo había hecho.

 No le temía a la muerte, le temía a abandonar a mi familia, ese pensamiento venia a mi cabeza siempre. Los iba a dejar, y no había nada que yo o ellos puedan a hacer. 

Como lo siento...








Esposa de mi jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora