~ XXVI ~

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En otra ala del hospital, con una historia totalmente diferente a la de los dos chicos en urgencias, se encontraban dos chicos con el mismo apellido, discutiendo de sus propios problemas.

-Tranquilo... Hablémoslo, por favor...- Susurró el mayor, abrazando por la espalda al de sonrisa rectangular.

-Ni siquiera se porque vine aquí...-

Murmuró el castaño de peculiar sonrisa, que estaba caminando como "gato enjaulado" por todo el lugar, hasta sentir los brazos de su Hyung.

-Porque a pesar de todo, mi oficina es tu lugar seguro, TaeTae...-

Murmuró el mayor, soltando un segundo al menor para ir y sentarse en el sillón donde usualmente se acomodaba para comenzar con sus terapias y las diferentes charlas que daban a lugar con los otros pacientes, siendo un caso totalmente diferente el del paciente Kim, el cual fue y se sentó a horcajadas sobre él mayor, apoyando la cara en el pecho contrario para escuchar los latidos que tanto lo calmaban.

-Está bien, ya te escucho...-

-Dime que es lo que te molesto, Ta-

-Qué te pones de su lado... Dios ¡Casi lo mató, Hyung!- Dijo alterado, sin siquiera dejar que el mayor terminara la frase.

-¿Y tú te has puesto en mi lugar, pequeño?- Habló tranquilamente, comenzando a acariciarle con cuidado la nuca.

-A... ¿A que te refieres?...-

-Si yo hubiera cometido un error, si hubiera hecho algo malo ¿Tú no intentarías que vieran lo bueno que he hecho, en vez de lo malo?-

-Yo... Si... Pero es que... Hyung, tú no me golpearías durante una hora consecutiva... ¡¿Que hubiera pasado si no paraba?!-

-Pero paro, él solito se controló y lo llevó a urgencias, ¿no? Él se arrepintió, y créeme, JungKook podría haberlo matado a golpes si hubiera querido, y este no fue el caso-

-¡Exacto! "Este" no fue el caso, ¿que pasara cuando si sea el caso? ¡¿Que pasará cuando le dé la locura otra vez?!-

Expreso exasperado, imaginando el peor de los escenarios si es que terminaban haciendo pareja de terapia a esos dos, por que si, no es que fuera idiota, el podía notar que esos dos tenían la química necesaria para hacer la terapia juntos.

-No quería llegar a esto, Tae...- Suspiro el mayor, apartando un poco el cuerpo contrario para que este lo mirara directo a los ojos. -¿Lo volviste a golpear después de esa ocasión?-

Habló bajo la atenta mirada impresionada y notoriamente dolida del chico que estaba, si, que estaba sobre sus piernas, porque al escucharlo se levantó rápidamente para alejarse del mayor como si sintiera cierto miedo, enojo y vergüenza al recordar lo sucedido ese día hace un año.

-No es lo mismo, y lo sabes...- Murmuro con la voz levemente quebrada, al tratar de controlar las lágrimas.

-Dime cuál es la diferencia- Preguntó, sabiendo que no existían.

-Yo... Yo estoy enfermo... A mí... A mí me trajeron a este lugar porque estoy enfermo ¡y lo sabes!-

-¿Y a él no? JungKook también está aquí, también lo trajeron porque tiene problemas... Él también está enfermo, Tae...- Dijo lo más tranquilo que pudo el mayor, al ver como es que el sonriente chico comenzaba a llorar, provocándole un agudo dolor en el pecho al verlo así. -Kook no puede controlar sus impulsos, así como tampoco solías hacerlo tú- Contó el mayor, levantándose con cuidado del asiento para poder acercarse al menor y abrazarlo con fuerza, sin poder, ni querer resistirse al hacerlo.

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