~ LVI ~

1.1K 116 53
                                    


Mientras Que Los Osos Se fueron Con Min

-No se cuanto tiempo podrás estar ahí. Por favor, cuando te diga que debes salir, sal.- Medio rogo Hope, mientras se paraba junto a JungKook frente a la puerta de JiMin.

-Difícil, pero no imposible.- Respondió dejando salir un leve suspiro.

-Tú puedes, campeón.- Animó Jin, quien se estaba preparando para irse con TaeHyung hacia su terapia.

-Querer es poder.- Pensó Jeon, mirando atentamente la puerta.

Fueron unos 30 minutos, quiza más, los que estuvo fuera de ese pasillo. Puede que no suene a mucho tiempo, pero para él fue una gran tortura, lo único que quería era correr hacia JiMin para darle toda la seguridad que necesitaba. Conocia a su Gatito, estar ahí solo debe estarlo matando mentalmente, si a él lo torturó mentalmente, JiMin debe estar peor, y sobre todo bajo la mirada reprobatoria que le debían estar brindando los dos mayores.

-Ya ábreme esa maldita puerta, por favor.- Medio rogo mirando a HoSeok.

Dejando salir un suspiro, Hobie por fin deslizo su DNI para abrir la puerta frente a ellos. Sin importarle nada, sin siquiera despedirse de su hermano, entró como un rayo en la habitación donde estaba el rubio.

Recibiendo una leve sonrisa por el cuerpo que estaba medio sentado en la camilla, se acercó con más cautela para poder sentarse en un lado de JiMin, sobre el colchón, antes de tomarle el rostro entre sus manos para limpiarle con delicadeza las lágrimas que caían por ese bello rostro.

-Ya estoy aquí, Gatito...- Susurro juntando sus frentes mientras le acariciaba las majillas. -Soy yo, ya llegue...-

-Lo siento tanto...- Susurró comenzando a llorar fuertemente, a la vez que lo abrazaba con fuerza, sin prestarle atención al dolor que le dio en el brazo por la aguja que estaba ahí.

-No hiciste nada malo, Minnie.- Aseguró abrazándolo con fuerza pero delicadeza a la vez. -Te juro que no hiciste nada malo.- Murmuraba aferrándose al pequeño cuerpo.

-Te dañe... Te hice daño...- Susurraba entre hipidos.

Sin saber que hacer, Jeon se mantuvo abrazandolo por unos buenos minutos mientras que el mas bajo se desahogadaba. Comprendiendo que en realidad esto no estaba funcionando muy bien, se alejó unos centímetros para volver a firmarle el rostro y así comenzar a besarlo lentamente.

Fue un beso lento, delicado, y que trataba de trasmitir todo el amor que se tenían el uno al otro.

Jeon se encargaba de mover sus labios con total delicadeza mientras afirmaba la cara de su pequeño, mostrando que esto no era un beso cualquiera, era un beso que detonaba, que para JungKook, JiMin era su vida.

Manteniendo sus cabezas inclinadas por el beso, JiMin se alejo solo unos centímetros, los suficientes para hablar y que sus labios rozaran con los del menor.

-No quiero dañarte...-

-Entonces, jamas me abandones, Park JiMin.- Respondió con una sonrisa, sin alejarse de él.

-¿Y si nos dañamos mucho?...- Preguntó con terror, recordando sin querer el cuándo Jeon lo golpeo también.

-Minnie... Si vuelvo a dañarte, seré yo mismo quien me autocastigue por herir a mi ángel.- Aseguró volviendo a abrazarlo.

-Quedate conmigo siempre...-

-Me quedare siempre que me lo permitas y no te dañe.-

-Mi Kookie no es idiota, no me dañaría otra vez.- Aseguró con una leve sonrisa.

You're good? [KookMin]Where stories live. Discover now