Capítulo 13.

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Peter continuó enfurruñado varios días más, negándose a hablar con Wade por lo que consideraba una traición injusta. Tony por supuesto no quiso presionarlo, pero en el fondo sabía que aquello debía estar lastimando profundamente a su hijo. Sin saber qué hacer, llamó a Steve y le rogó que se encontraran.

-Estoy preocupado, ya no sé qué hacer para solucionar esto- le dijo al rubio.- Me vendría muy bien un poco de apoyo... ¿estás libre esta noche?

-Sí, pero, ¿y el niño?

-Su amigo Dan lo invitó a una pijamada en su casa. Por suerte aceptó, creo que él mismo se da cuenta que no puede seguir enojado con la vida mucho más tiempo.

-Entonces cuenta conmigo- aceptó Steve con una sonrisa.- Será un placer poder acompañarte y ayudarte a buscar una solución. Seguro que entre los dos podemos pensar en algo.

Steve llegó a la Torre Stark alrededor de las siete, nervioso a más no poder. Era la primera vez que estaría a solas con Tony sin que los interrumpieran, con el pequeño Peter durmiendo en casa de un amigo y sus conocidos alertados que esa noche estaría ocupado, y se sentía responsable. ¿Qué pasaría si su amor por el moreno se desbordaba y dormían juntos? Eso sería peligroso. Pero, por otro lado, ¿cómo haría para marcharse si lo que más quería era permanecer con él para siempre?

-Bienvenido- lo saludó Tony con ojos de gacela y una sonrisa muy dulce. Steve se mordió el labio y entró al piso de su novio con el corazón desbocado, sabiendo que pasara lo que pasara él no podría evitarlo. Con lentitud lo ciñó por la cintura y lo besó, y la entrega de Tony solo facilitó las cosas.

-Definitivamente tus besos son el mejor antidepresivo- opinó Tony de mejor humor, acariciándole la mejilla.- Pasa. Preparé café y donas, así evitamos caer en la tentación al menos por un rato.

Lo llevó de la mano a la sala y sirvió el café con gran diligencia, procurando mantener la calma a pesar de lo nervioso que estaba por dentro. Estar a solas con Steve lo movilizaba mucho, pues no sabía cómo terminarían. En un restaurante era fácil, pero al estar en su casa lo asustaba un poco la posibilidad de terminar acostándose con él llevado por la excitación del momento. Para evitar pensar en eso, decidió lanzarse de lleno al motivo por el cual lo invitara en primer lugar.

-Estoy muy tentado de llamar a ese muchacho Wade para que venga aquí, y se disculpe con Peter apropiadamente de una vez. Pero no me animo; Peter podría enfadarse conmigo por meterme en sus cosas, y sabe dios que no quiero que eso pase.- Tomó asiento a su lado y lo miró, con su taza en la mano.- ¿Tú qué piensas al respecto?

-Entiendo tus dudas. Es algo complicado a veces lidiar con los problemas de los niños, cuidarlos pero sin invadirlos.- Steve lo pensó un momento y luego le dio su opinión.- Creo que no debes hacer nada. Tú mismo dijiste recién que Peter está reaccionando, porque probablemente está cansado de fingir que no le importa. Estoy de acuerdo con eso. Diario lo veo en clase y lo veo muy contento como siempre, y lo que creo es que él mismo se ha olvidado del motivo de su enojo. No sé que tan profunda es su amistad con Wade, pero apostaría cualquier cosa a que se muere por verlo de nuevo y seguir su relación como si esto no hubiera pasado.

-¿Verdad? Tuve esa misma impresión varias veces ya.

-Sí, que no te quepa duda. Peter no es un niño rencoroso ni depresivo. Seguro que se decepcionó por no ver a su amigo en su cumpleaños, pero seguro también que ya quiere dejar eso atrás y reanudar su amistad. Y pasará de un momento a otro.

-Eso espero. No quiero ver a mi hijo sufriendo por nada ni por nadie.

Steve le sonrió y estiró una mano para tocarle la cara, haciendo que se sonrojara.- Estás haciendo un estupendo trabajo como padre, Tony. Estoy orgulloso de ti. Mi consejo es que te relajes y confíes en tu hijo, porque él es inteligente y sabrá cómo resolver esto por sí solo. Dentro de poco lo verás reconciliado con su amigo y todo será como antes.

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