Capítulo 16

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Tony se recuperó enseguida de aquella gripe, la más feliz de su vida: gracias a esa momentánea debilidad, Steve había estado en su casa y habían compartido su primer momento en familia. Incluso Peter, sin saberlo, le dijo que había disfrutado muchísimo con aquella merienda. Después de eso decidió no desperdiciar ni un segundo en dudas y temores, e invitó a su novio a cenar con él y su hijo a un hermoso restaurante en el centro de la ciudad. Steve aceptó. El corazón le latió el doble de rápido al apurar su moto y entrar en el restaurante en cuestión, porque sabía que al salir de allí las cosas entre ellos tres serían muy diferentes.

-Buenas noches, señor. ¿Tiene mesa reservada?

-Sí, a nombre de Tony Stark. Él me está esperando.

-¡Oh! Pase por aquí, señor, la mesa del señor Stark y su hijo está en el sector privado- informó el maitre con reverencia, guiándolo como si fuera alguien de la realeza. Steve se hubiera impresionado mucho con ese trato pero en otra ocasión, porque en ese momento lo único en que podía pensar era en su familia. Los cuales, al verlo, mostraron idénticas sonrisas de felicidad.

-¡Maestro Steve, por aquí!- exclamó Peter alzando la mano para saludarlo y sonriendo sin parar, volteando hacia su padre.- Papá, ¡el maestro ya llegó!

-Sí, mi amor, lo veo- asintió Tony parándose para saludarlo. No le dio la mano, sino que directamente le dio un beso en la mejilla como se acostumbraba en otros países, un gesto que gustó tanto a Steve cono parea guiñarle disimuladamente el ojo.

-Espero no haber llegado muy tarde. ¡Peter! ¿Cómo estás?- inquirió en tono alegre saludando al niño.- ¿Me esperaron mucho?

-No, solo diez minutos- explicó éste contento, señalando la mesa.- ¿Le gustaría sentarse al lado mío, maestro?

-Oh, pero por supuesto, Peter, por supuesto. Tony, ¿está bien?

Tony asintió y se dio cuenta, divertido, que de los tres el que más ansioso y expectante estaba eres Peter. Parecía que su hijo no cabía en sí de gozo por tener a su admirado maestro al lado suyo, como si fuera un amigo más de la familia, y mientras él pedía la comida por ambos el niño acaparaba la atención de Steve contándole sobre su amigo de fuera de la escuela y sus planes para los próximos días. Steve escuchaba encantado.

-... y la semana que viene es el cumpleaños de mi amiga Mary Jane, y ya lo compré un regalo con papá. ¿Y sabe qué es lo mejor?

-No sé. ¿Qué es?

-Que ella me dijo que hay un matrimonio muy bueno que ha estado visitándola, y que irán para su fiesta.- Al explicar esto su emoción fue tan grande que Tony le tomó la mano brevemente para calmarlo, y Peter lo miró agradecido.- Así que, si es como yo pienso...

-¿Crees que van a adoptarla, mi amor?- inquirió Tony sonriendo.

-¡Sí! ¿No sería maravilloso, papá? Cuando tú empezaste a visitarme yo me ilusioné enseguida con ser tu hijo, y ahora lo soy. ¡Me pone ultra super feliz pensar que pronto Mary Jane tendrá también una familia!

Los adultos intercambiaron una mirada cómplice cargada de sentimientos al oír eso, pero se las arreglaron para disimular y charlar de banalidades unos cuantos minutos más. Ya con la comida servida, Steve recordó su primera cita con Tony y decidió volver a tomar la iniciativa, pero esta vez para abordar a Peter. Tony le había contado que aún no habían tenido "la" charla, pero ese momento bien podría ser el indicado.

-Y dime, Peter. ¿Mary Jane te contó algo sobre como son sus padres?

-Sí. Me dijo que son muy buenas personas, y que la señora es varios años mayor que su esposo, por eso no pueden tener hijos propios.-El pequeño hizo una mueca, pensativo.- ¿Cuanto será "muy mayor"? Papi, ¿tú cuantos años tienes?

OHANAWhere stories live. Discover now