Capítulo 11

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Coramora, 18 de Septiembre del 2018

—Es momento de relajarnos e irnos al Dush a comer un par de hamburguesas—comentó Gino dejando la guitarra a un lado para luego acercarse a la puerta de la cabina de grabación.

Acababan de terminar de grabar una canción—o la base de ella—para su nuevo álbum, esperaban que estuviese saliendo para inicios del año siguiente. Gino había escrito junto a Axel la canción y ambos creían que sería una canción que podía llegar a sentirse especial para muchos

. Si sentías que había otra persona en la relación y que poco a poco te apartaban, entonces, era tu canción.

—Muero por comer—comentó Axel—. No he comido nada desde la mañana y puede que me desmaye del hambre.

—Eres un exagerado—mencionó T.J moviendo la cabeza en negación—. Vamos, yo conduzco.

—Es que ibas a ser tú aunque no lo hubieses propuesto—habló Griffin—. Nadie quiere manejar—T.J le dio un pequeño empujón a Griffin y éste sólo se rio por ello.

—Bueno, no perdamos tiempo—dijo Axel moviendo a todos hacia la puerta de la cabina—. Quiero comer—les dijo y se adelantó hasta la salida del estudio.

Griffin y T.J caminaron detrás de él riendo y echando chistes sobre cómo Axel sólo era rápido cuando tenía hambre mientras que Gino mantenía sus pensamientos en la canción que habían estado grabando.

Dos hombres, se llamaba, era sobre cuando eres el tercero en una relación que comenzó siendo de dos. Fue hace mucho pero recordaba cómo se sentía, a pesar de nunca haber salido con Mía, su amiga de la secundaria, se sintió como una traición cuando ella le confesó sus sentimientos sobre T.J. Recordó lo tonto que fue al creer que T.J le podía corresponder; la canción no era igual a lo que vivió, pero debía exagerar el sentimiento y con ayuda de Axel, lograron crear algo bueno.

Luego de conducir un par de minutos, llegaron hasta el Dush, como era un martes en la noche, muy poca gente se encontraba, sin embargo no iban a quedarse mucho tiempo, pedirían sus órdenes y se marcharían hacia la casa de T.J, lugar que habían escogido ese día para pasar el rato.

—Oye, ¿esa no es la chica que te gusta? —preguntó Gino señalando desde afuera del restaurante a una pareja que se podía apreciar fácilmente.

Griffin se acercó un poco a la ventana y sonrió.

—Está con el chico que le gusta, el pintor—explicó—. Entremos—abrió la puerta del local y su mirada se fijó en Marie cruzando mirada con el chico con el que estaba— ¡Marie! —dijo alegre, la chica volteó y se sorprendió al darse cuenta que se trataba de él.

—Tienes cinco minutos, galán—le dijo T.J, Griffin asintió y caminó hacia ellos.

Marie se levantó de la mesa y recibió sorprendida un abrazo de él. Axel, Gino y T.J se acercaron para saludarla pero al ver cómo Griffin no se apartaba, quedaron un tanto incómodos sin saber qué decir.

—Chica, dejaste tu monedero en mi apartamento ayer—mencionó Griffin, el chico con el que Marie se encontraba lo miró con una ceja alzada y fue así como se dio cuenta que había hablado de más—. Ayer cuando estábamos hablando sobre las canciones que vas a producir—intentó acomodarlo, T.J se rió de ello.

—Eh, sí. Yo lo busco luego—le contestó ella—. Él es Dean, el chico del que te hablé—lo presentó—. Dean, ya conoces a Griffin, Axel, Gino y T.J.

— ¿Qué tal? Marie me ha contado de ti—le dijo apretando su mano en saludo—. Una vez se emborrachó por tu culpa—Axel le dio un pequeño golpe para que se diera cuenta de que estaba hablando sin parar—. Digo, eso nunca pasó, obvio, nunca me había hablado de ti. Disculpa, ¿cómo es que te llamabas?

La chica que conoció #KlossWhere stories live. Discover now