Capítulo 24

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Coramora, 13 de Octubre del 2018

—Sé que está mal—habló Axel—. Sé que no debo meterme en todo esto porque no me gustaría que me hicieran lo mismo, pero ¿y si ella también me quiere? A veces me confunde, es como si me quisiera pero no me quisiera realmente.

— ¿Te lo ha dicho?—preguntó su psicólogo, el Doctor (porque tenía un doctorado) Ellis—. ¿Te ha dicho que te quiere?

—No pero...

—Entonces, ¿qué te hace pensar que lo hace? —Axel cerró los ojos sabiendo que él tenía razón. Jane no le había dicho que lo quería, no se lo había dado a entender incluso.

—No lo sé—lo miró—. Quizás es mi deseo de estar con ella.

— ¿Tu deseo de estar con ella o tu miedo a dejarla ir?

Él no dijo nada. No sabía que responder y eso le hizo preguntarse si realmente era el querer estar con Jane luego de tanto o como el Doctor Ellis había dicho, el miedo que tenía de soltarla, de decirle adiós y poder continuar con su vida.

—No quiero dejarla ir sin una explicación—respondió luego de un momento de silencio—. Usted más que nadie sabe por todo lo que pasé, sabe por qué con ninguna ha podido funcionar; no puedo mantener una relación estable si no estoy estable mentalmente.

— ¿Y crees que lo serás con ella?

—No—confesó—, pero sin ella tampoco lo estoy.

El Doctor Ellis asintió y lo miró atento, se acomodó en su silla y dijo con calma.

— ¿Y qué esperas para mejorar eso?

—No sé, yo...creo que debo hablar con ella—dijo Axel mientras jugaba con sus dedos—. Creo que debo decirle que realmente la quiero pero que no 'puedo ser la otra persona. Porque si sigue con él es porque no lo quiere dejar, ¿verdad?

—Esa pregunta debes hacérsela a ella, no a mí—le dijo—. Y ahí verás lo que quieres realmente con ella. Sé que tomarás una buena decisión.

—A veces deseo poder ser de la misma forma que soy para usted—dijo Axel—. Me ve como una persona que puede con todo.

—Todos podemos con todo, ¿no lo crees? Está en nosotros encontrar la fuerza para hacerlo—miró su cuaderno que llevaba en la piernas—. Es todo por hoy, ya se nos acabó el tiempo. Pero recordemos todo lo que hicimos en esta hora juntos—Axel asintió—. De hoy me llevo las ganas y la capacidad de quererme.

—Y la valentía de entender cuando alguien te quiere o no.

—La próxima vez que nos veamos quiero que hayas conversado con Jane—pidió—. Y estaremos esa hora comentando sobre ello—Axel asintió y sonrió.

—Gracias Doctor Ellis, siempre sabe qué decirme—le dio un abrazo y salió del consultorio.

Bajó por el ascensor hasta la recepción de la clínica, caminó por los pasillos hasta que dio con la cafetería y a un Griffin sentado en una de las mesas comiendo un pastel de chocolate y un café.

—Ya va, no duraste nada—dijo el pelinegro cuando lo vió—. Apenas voy por la mitad de mi pedazo.

—Fue una hora, como siempre—le dijo y se sentó frente a él—. Hoy salí más tranquilo, me gustó conversar con el Doctor Ellis porque me hizo dar cuenta de algo.

— ¿Qué cosa?

—Jane nunca me ha dicho que me quiere—le dijo.

— ¿Tú se lo has dicho?

La chica que conoció #KlossWhere stories live. Discover now