19 |cisne negro|

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Tuve que mirarme dos veces para comprobar que la chica del hermoso vestido negro excesivamente corto, cabello negro perfectamente ondulado y labios intensamente rojos y carnosos... Era yo, nada más y nada menos que ______ Foster.

Parpadeé una vez y di un respingo: wow.

Incrédula, pasé mis pálidos y delicados dedos por mi mejilla—como hice cuando Roger me había besado— para verificar que yo era la dueña y propietaria de la imagen reflejada en el espejo, y ahí fue cuando miré el perfecto barniz negro que brillaba sobre mis uñas. El rubí de fantasía incrustado en el anillo que rodeaba mi dedo índice hacía juego con el hermoso collar que lucía sobre mi pecho, tan rojo e intenso como mis labios, y mis pestañas enmarcaban perfectamente mis ojos cafés cuyo esplendor ya no pasaba desapercibida. Las mejillas no se veían tan descoloridas como siempre, tenían su encanto.

Sonreí. No pude evitar pensar en Roger.

—¿Y bien, querida?—Flo me tomó delicadamente por los hombros y contempló mi reflejo junto a mí—. ¿Te gusta? ¿No prefieres que...?

—No, Flo. Lo que has hecho está...

—Perfecto—concluyó, con una sonrisa de orgullo. Yo asentí y me giré hacia ella.

—M-muchas gracias... De verdad. En serio no sabía que yo...

—No tienes por qué agradecerlo linda, y no, no hago magia... Esta eres tú, ______—me colocó tres dedos debajo de la barbilla y me miró con sus brillantes y bondadosos ojos azules— eres mucho más de lo que pensabas. Sólo... Mírate.

Me ruboricé y bajé la mirada. Por una extraña razón llegué a pensar que ella sabía los problemas que teníamos Roger y yo y cómo me sentía al respecto.

—Y ahora—subió considerablemente el tono de voz y se enderezó la falda— hay algunas cosas que debes escuchar, linda. Como por ejemplo... Irás a esa fiesta bajo mis condiciones. ¿De acuerdo?

¿Condiciones? Subí rápidamente la mirada y junté las cejas. Muy bien, esto ya comenzaba a asustarme.

—¿Que serían...?

—Quiero que vigiles y cuides de mi Roger, ese es el objetivo de todo esto—pff, eso ya lo veía venir, tenía que tratarse del niño de papi— Mi hijo y yo hemos perdido la confianza en él... Por lo tanto, eres nuestra única esperanza, por más dramático que suene.

Lo que ella no sabía era que Roger era más terco que una mula y nunca me escuchaba. ¿Por qué rayos seguiría mis reglas en una estúpida fiesta? ¿Más si ese era su ambiente, sus aguas?

Flo no conocía a su propio nieto. Iba a decírselo, pero ella me atajó.

—Estoy segura de que cuando llegues a Londres Roger no podrá apartarse de ti, _______... Sólo...¡Mírate! Si fuera joven... Y hombre, no me resistiría. Confía en mí, Roger no le pondrá objeciones a una chica tan linda como tú, palabra de anciana.

¿Quién? ¿Roger? O sea...¿Roger Meddows Taylor? ¿No poder apartarse de mí? Sí claro, pero sólo para fastidiarme la existencia y poder tirarme de un edificio a la primera oportunidad. Ese chico era peor que una epidemia de sarampión, una peste negra o un chicle en el zapato. Aunque... Ahora que me miraba de reojo en el espejo... Puede que Flo tuviera razón.

Esta noche estaba deslumbrante y parecía una chica de "su tipo". Era imposible que no se fijara en mí...y me fue difícil procesarlo, porque usualmente no suelo tener tan alta autoestima.

Tendría que estar luciendo exquisitamente hermosa para poder pensar esas cosas sobre mi apariencia, y la verdad era que, Florence Taylor hacía milagros.

ᴛʀᴏᴜʙʟᴇ ʙᴏʏ| ʀᴏɢᴇʀ ᴛᴀʏʟᴏʀWhere stories live. Discover now