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Roger aparcó el auto en el estacionamiento de la escuela y nos despedimos de Reagan con una mano, como siempre solíamos hacer antes de dividirnos e ir a nuestros respectivos salones de clase

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Roger aparcó el auto en el estacionamiento de la escuela y nos despedimos de Reagan con una mano, como siempre solíamos hacer antes de dividirnos e ir a nuestros respectivos salones de clase. Su hermoso pelo se meneaba hacia los lados a cuestión que avanzaba por el pavimento de gravilla, una vez más despertando ese rechazo impulsivo e irracional hacia mi cabello negro. Arrugué la nariz y tomé un mechón entre mis dedos, considerándo la idea de teñirme de rubia, o peliroja. Roger me tocó el hombro y fue hacia Brian, que se encontraba justo en la entrada de la escuela cargando una torre de papeles que le cubría la cara. Ayer Roger y yo habíamos falsificado notas médicas las cuales Brian entregaría hoy a la maestra Young para justificar nuestra ausencia. La idea no me convencía del todo y me tenía nerviosa, era la primera vez que le mentía a una autoridad docente y si nos descubrían, esto podía afectar mi historial académico y perjudicar mi entrada a la prestigiosa universidad de Oxford.

Pero la voz de Lina sorpresivamente me sacó de mis pensamientos.

-No piensas tele-transportarte a clases, ¿o sí?-Preguntó con picardía, sus manos entrelazadas detrás de su espalda.

La miré de los pies a la cabeza con incredulidad antes de recorrer las instalaciones escolares con mis propios ojos, buscando un lugar más o menos lógico del cual ella pudiera haber salido. No la había visto venir.

-¿Pero cómo es que...?

-Te he estado vigilando últimamente...preciosa-cerró los ojos y sonrío, como si experimentara alguna clase de orgasmo culinario-. Mmm...preciosa, suena lindo. Preciosa. Debo comenzar a usarlo para molestar a Arnold. ¿Le dices a Taylor que tomé su frasecita prestada, por favor?

Abrí la boca y subí un dedo, lista para iniciar un discurso en defensa propia, pero quedé en blanco. Fruncí el ceño y dejé caer la mano sobre mi muslo, entonces hice una mueca de dolor al recordar que estaba toda magullada, aunque en realidad no sentí nada. Lina observaba mi rostro herido y lastimado, pero no mencionó ningún detalle concerciente a mi aspecto; su expresión divertida y sarcástica siempre presente, todo lo contrario a la de mamá y Reagan esta mañana. Iba a preguntarle cómo diablos sabía lo mío con Roger, pero no encontraba palabras exactas para expresarlo. Estaba demasiado desconcertada que me había quedado corta. Por primera vez en mucho tiempo, no supe qué pensar.

Roger estaría orgulloso.

-No te preocupes, no le diré a nadie si eso es a lo que tanto temes.

Me di una bofetada mental que me despertó a la realidad.

-Lina, iba a decírles...pero...

-Pss, chica, cállate. Estás a punto de saltarte un día de clases nada más y nada menos que con el puto de Roger Taylor. Estás loca si crees que voy a enojarme contigo...ja, ¿y perderme los detalles sucios de esta tarde? No gracias, ya me desquité con Arnold y fue muy divertido. Así que, amiga mía, tienen mi bendición.

ᴛʀᴏᴜʙʟᴇ ʙᴏʏ| ʀᴏɢᴇʀ ᴛᴀʏʟᴏʀOnde as histórias ganham vida. Descobre agora