1

141 5 1
                                    


Kai

Escuché una canción a lo lejos, un sonido incesante que no me dejaba dormir en paz. Me revolví en la cama reconociendo aquel sonido que estaba interrumpiendo mi sueño. Mi despertador. Que rápido se había pasado la noche, según yo iba a dormir lo suficiente y terminé durmiendo dos horas, pero es que, ¿quién duerme la noche anterior a su primer día de clases? Además por fin era mi último año.

Me levanté utilizando toda mi fuerza de voluntad, de verdad quería seguir durmiendo. Sin embargo, soy una persona responsable, me gustaba llegar a tiempo y era es lo que planeaba hacer.

Las mañanas en mi casa no tenían nada de especial, mi mamá se iba a trabajar antes de que yo siquiera despertara, me dejaba el desayuno hecho y un poco de dinero sobre la mesa. Mis padres estaban divorciados y bueno, no había dramas ni nada por el estilo, a mi papá lo veía de vez en cuando y eso nos bastaba para estar en paz. Él allá y yo aquí.

Terminé de desayunar, de arreglarme y salí de la casa dando un suspiro; a pesar del baño aun me encontraba un poco adormilado. El camino a la dichosa escuela llevaba de quince a veinte minutos caminando y dado que era demasiado tacaño para pagar el autobús, caminaba.

—¡Amor! —Escuché que gritaban a lo lejos. La voz que reconocería aun si estuviera medio sordo. Iba a voltear pero el dueño de la voz no me dio oportunidad, me abrazó por detrás tan rápido que por un momento creí que caería al piso—. Buenos días corazón, ¿me extrañaste? —me dio un beso en la mejilla.

—Casi matas a Kai —dijo otra voz.

Sonreí a duras penas, recuperándome del susto—. Sí Aoi, eres un bruto —añadí regresándole el beso en la mejilla.

—Awww, son tan tiernos.

—¡Kou! Sin comentarios —dijo Aoi con voz seria y el regañado bajó la mirada sonrojado.

Reí encaminándome de nuevo con los dos a mi lado—. Tu primer día en el instituto Kou, ¿estás nervioso? —hice la platica sintiéndome un poco más despierto.

—Pues, me siento tranquilo, Taka va a estar conmigo y están ustedes. Entonces no me preocupo por no hacer amigos —explicó acercándose un poco a Aoi, quien le tendió la mano sonriendo, acción que no pasó inadvertida ante mis ojos.

Verán, Aoi era mi novio, sí. Aunque nuestra relación debía ser la mayor farsa jamás creada por dos amigos. ¿Por qué? bueno, digamos que mi pelinegro amigo estaba total y completamente enamorado de alguien más y si yo me quejaba de relaciones imposibles, su caso era mil veces peor. En fin, el punto es que quería desviar la atención de sus verdaderos sentimientos y me pidió ayuda a mí.

¿Por qué acepté? Primero que nada, Aoi es uno de mis mejores amigos y segundo, porque, pues no perdía nada. No podía enamorarme de Aoi,  una persona muy complicada para mi, aparte...Suspiré mas alto de lo que hubiera querido.

—A ti, ¿qué te pasa? —preguntó el pelinegro alzando una ceja.

—Solo pensaba —respondí restándole importancia.

—Pensar te hace daño Kai —dijo pegándome en la frente con su dedo.

—Hermano, no seas grosero —regañó Kouyou haciendo un puchero.

—Y tu no me regañes frente a mis amigos —le enseñó la lengua. El otro infló las mejillas y giró la cara haciéndose el ofendido—. No te enojes —lo atrajo hacia él por la cintura—. Es que, no estamos en la casa y puedo perder mi reputación si ven que mi hermano menor me está regañando —le dio un beso en la mejilla para calmarlo.

Fast & Beautiful [The Gazette Aoiha]Where stories live. Discover now