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Aoi

Ajusté el retrovisor para calcular la distancia de los autos, cuando el alma se me cayó a los pies.

—Die...—pronunció Kouyou mirando por el espejo lateral.

El Corolla amarillo venía acercándose a toda velocidad a nosotros. En el fondo sabía que lo que pasaría solo me negaba a que fuera cierto, no podíamos tener tan mala suerte, realmente esperaba poder llegar a Haneda sin contratiempos, esperaba poder olvidarme de esta pesadilla de una vez.

Kouyou suspiró tres veces antes de poner su mano sobre la mía en la palanca de velocidades.

 —No tenemos más remedio —dijo en voz muy baja—. Estoy listo —cerró los ojos y suspiró una vez más.

Asentí, habíamos hablado de esta posibilidad, no estábamos seguros que funcionaría, no estábamos seguros de nada, sin embargo era necesario. Pisé el acelerador al mismo tiempo que cambiaba bruscamente de velocidad, si iba a cometer una locura al menos lo retrasaría. El Lancer entró en cuarta, en la línea recta de la carretera fue un movimiento sencillo, logramos perder el Corolla por unos minutos antes de que volviera a acercarse a pocos metros. Venía acompañado de otro auto, un Audi A3 sin mucho chiste que seguro albergarían a los matones, en caso de que Die los necesitara, no lo haría.

Volví mi mirada hacia Kouyou quien asintió—. Confío en ti, tienes que confiar en mí —me aseguró.

—Si algo sale mal, yo...

Mi hermano negó calmadamente—. No podemos darnos ese lujo, es por eso que nada saldrá mal, hazlo, hazlo de una vez —dijo con seriedad.

Asentí. 

—Te amo Kouyou.

—Te amo Yuu.

Aceleré, frené fuertemente y subí el freno de mano, el carro patinó formando una curva exacta que hizo que el carro se colocara justo frente al Corolla que tuvo que frenar bruscamente para no darse de frente contra el Lancer. Estábamos en medio de la nada en la carretera, si algo nos pasaba tardarían horas en averiguarlo, aún así tomé aire y me preparé para bajar del auto.

-x-

Kai

Era sábado por la mañana, me estaba acostumbrando demasiado al silencio que reinaba en la casa de Saga, todos nos habíamos quedado ahí desde el día del escape de Yokohama. El amigo de Uruha nos proporcionaba comida, ropa y nos aguantaba. Nuestros padres estaban en protección de la policía, así como la misma casa de Saga, ninguno podía salir, ni a la escuela. Un médico salió y entró varias veces en esos días para atender a Nao, quien debido al estrés podía ponerse mal de un momento a otro, afortunadamente no sucedió.

De todos no sabría quien estaba peor, Kyo había perdido el habla, se paseaba por todos lados con un cigarro en la boca y los ojos rojos de contener el llanto. Por su parte Reita había llorado mucho desde el día de la noticia, se había desmoronado ahí mismo, todos habíamos llorado en silencio a decir verdad. Y lo peor era estar atrapados para poder hacer algo.

—Cuando esta locura termine, prometo darles el funeral que se merecen —dijo Reita mirando firmemente el televisor la noche del jueves cuando la noticia se había propagado a todo el país.

Un terrible accidente automovilístico entre un Lancer y un Corolla que había terminado con la vida de todos los pasajeros involucrados, entre ellos dos supuestos mafiosos y dos hermanos de apellido Shiroyama. Lo que nadie se explicaba y continuaba bajo investigación era como el Corolla había perdido el control del automóvil de tal forma que se llevara el Lancer hacia un lado en un fuerte choque.

Fast & Beautiful [The Gazette Aoiha]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن