18

35 3 0
                                    


Uruha


Apagué el auto frente a la casa de Reita y suspiré, no tenía muchas ganas de bajar aunque sabía que debía hacerlo. Alcancé a ver mi reflejo en el espejo retrovisor y sonreí un poco; era impresionante lo mucho que mi mirada había cambiado y en tan poco tiempo. No tenía nada que ver con ahora usara maquillaje para adornar mi cara, era toda mi expresión, por alguna razón lucía cansado, incluso harto; no se parecía en nada mi mirada de hace unos meses.

Giré la vista hacia la enorme casa, todo el mundo ya estaría ahí adentro y yo seguía afuera sin saber qué hacer. Tenía unas incontrolables ganas de prender el carro y huir lejos. Sentí una punzada en el estomago al pensar en Yuu, tal vez podría hablarle, saldría y los dos nos iríamos a donde nadie nos conociera, a un lugar donde no fuéramos hermanos. Mi boca se torció de inmediato. ¿Qué estupideces estaba pensando?

—Y, ¿cómo amantes? —preguntó con voz ronca.

Me alejé y lo miré sin entender—. ¿A qué te refieres? —no podía creer lo que estaba escuchando, seguramente ya me estaba volviendo loco.

Se mordió el labio—. Sabes perfectamente a que me refiero —negué, no quería tener esa conversación, no cuando había pasado la mayor parte de mi vida negándome a todo lo que sentía—. No me digas que fui el único que sintió algo más ese día en el cuarto de mis papás, si fui el único entonces, ¿por qué respondiste? No me digas que lo aluciné. No seas tan cruel para ilusionar mi corazón sólo para romperlo en mil pedazos, creo que no lo soportaría —parecía a punto de explotar y ponerse a gritar.

—Aoi, yo...

—¡DEJA DE LLAMARME ASÍ,CON UN CARAJO! —gritó. Se calló al recordar que estaba en una casa ajena, se acercó a mi— ¿Por qué no puedes llamarme Yuu? Eres la única persona que me llama así, que amo y me llama así. ¿De verdad fue tan grave lo que hice? ¿No entiendes por qué lo hice? Trataba de protegerte, te amo demasiado para verte involucrado en algo como esto. Me importas demasiado, si te lastimaran jamás me lo perdonaría.

Comencé a negar, no quería escucharlo, no quería saber nada. 

—Detente por favor, ya no digas nada mas. Esto es una locura, está mal, no te atrevas a decirme nada —por mero instinto me lleve las manos a los oídos para bloquear cualquier palabra mas, cerré los ojos con fuerza como si fuera un niño pequeño haciendo berrinche, de inmediato sentí sus manos rodear mis muñecas y apartándome las manos.

—¿Qué es lo que no quieres que te diga? —nuestras miradas chocaron en ese instante, mis ojos estaban inundados de lagrimas que se rehusaban a salir mientras que su mirada parecía suplicante, una clase de mirada que jamás había visto en él—. Te amo Kouyou —volví a cerrar los ojos; su mano tomó mi barbilla y me obligué a mirarlo de nuevo—. Perdóname, sé que está mal, sé que está prohibido, que es pecado y antinatural. Pero no puedo...no quiero evitarlo, te he amado desde que éramos niños, luché con este sentimiento; créeme, cada vez que te veía y tenía un pensamiento impuro sobre ti trataba de castigarme. Me decía que me estaba volviendo loco, intenté olvidarte con Kai y mírame a donde me ha llevado, no puedo, ya no. Sé que jamás podremos llegar a nada pero al menos no me digas que estoy solo en esto, porque ese día —acarició mi mejilla—. Ese día, fue el mejor día de mi vida. No me digas que no sentiste lo mismo —dijo casi en un susurro.

Recargué mi frente en su hombro mientras mi mirada permanecía agachada, sentí que por fin las lagrimas resbalaban por mi mejillas. 

—Te odio —pronuncié con trabajo—. Te odio porque eres a la única persona que podría perdonarle lo que sea. Te odio porque aun cuando me lastimaste al mentir, sabía por que lo hacías y te odio mas porque eres mi hermano —solté por fin. Todo aquello a lo que me negaba, todo aquello que quise confundir con amor fraternal, todo se me fue de las manos junto a las lagrimas que caían al piso—. Odio que seas mi hermano y amarte de esta forma tan estúpida y sin sentido. Odio que seas mi hermano porque no puedo estar contigo sin que sea una locura, odio el maldito momento en que el destino nos puso en la misma familia. ¿Por qué Yuu? —sentí las manos de Yuu acariciar mi cabello.

Fast & Beautiful [The Gazette Aoiha]Where stories live. Discover now