8

68 5 0
                                    


Aoi


El tiempo pareció detenerse en ese momento, los dos respirábamos agitadamente, sin poder creer lo que estaba ocurriendo, más yo que él. Después de todo Kouyou también era hombre, también tiene necesidades como las mías, era solo que a veces se me olvidaba que ya no es un niño.

—Yuu... —dijo entrecortadamente—. No te enojes, perdón —de verdad lucía asustado.

Tardé segundos en procesar lo que había dicho. ¿Cómo es que su primera reacción había sido esa? Pedirme perdón, era yo quien debía de pedirlo, era yo quien acababa de perturbar la imagen de mi hermano menor, quien acaba de manchar su inocencia con lo que acababa de hacer. Estábamos ahí los dos, ninguno se había subido el pantalón o siquiera abrochado, era como si nos hubiéramos congelado.

—Jamás podría enojarme contigo —fue lo único que atiné a decir sin arrastrar las palabras, lo menos que quería era que Kou se sintiera incómodo, no podía evitar notar lo hermoso que se veía así, tan agitado, perturbado, sonrojado, era casi imposible concentrarse en otra cosa—. Solo deberías tener mas cuidado, que tal si hubieran sido mis papás —quise desviar el tema mientras me levantaba y acomodaba mi pantalón.

—Te juro que nunca lo había hecho, es que Hiroto...—¿Por qué no me reclamaba nada? ¿Por qué no decía nada de que yo también estaba haciendo cosas que no debería? ¡Yo lo había visto!

—Ya, no te preocupes —me dirigí al baño de mis padres y agarré un toalla pequeña. Me acerqué a Kouyou y se la tendí—. Ten, creo que tendrás que limpiarte —si debía ser sincero, pocas veces me había sonrojado y en ese momento estaba mas rojo que un tomate. Y si yo lo era, Kouyou parecía a punto de explotar, ni siquiera se movió para agarrar la toalla—. Kou —lo volví a llamar, él solo atinó a bajar la cabeza y a tapar su entre pierna, pues aun traía los pantalones abajo. Suspiré—, tranquilo, en serio no pasa nada —me subí a la cama frente a él—. Te ayudo —siguió sin contestarme, con algo de temor le pasé la toalla sobre la mano que aun estaba manchada de su propia esencia—. Déjame limpiarte —mi hermano menor no dijo nada solo se dejó hacer, lo cual me hizo sentir aun mas nervioso, no lo tomé como algo malo, al contrario, solo quería ayudarlo a que se sintiera mas cómodo, a que no se sintiera avergonzado por lo que había pasado.

—Yuu...—musitó cuando sin querer rocé su miembro al limpiarle el estomago. 

Yo estaba teniendo una batalla interna, por fin muchas de mis fantasías se estaban cumpliendo y yo no podía hacer absolutamente nada. La frase "es tu hermano" se repetía en mi cabeza una y otra vez. ¿Por qué tenía que hacer esos ruiditos cada vez que lo rozaba sin querer? Porque lo estaba haciendo sin proponérmelo, sin quererlo, ¿cierto? Podía sentir una nueva erección atrapada bajo mi pantalón. Carajo Shiroyama piensa en algo mas, me reprimí. Pero era casi imposible, las piernas de Kouyou estaban frente a mi, las tocaba solo con una toalla separándome de su suave piel. Traté por todos los medios de distraerme y no tomar en cuenta el hecho de que mi hermano parecía tener una erección, pero eso era obvio, lo estaba tocando, era una reacción normal. 

—Perdón —escuché en un suspiro, el cual hizo que despertara de mis pensamientos.

Negué con la cabeza—. Es normal —me alcé de hombros restándole importancia al asunto.

—No tanto, nunca había hecho algo parecido —lo miré con incredulidad mientras él se sonrojaba en exceso.

—Tienes dieciséis...

—Lo sé, sólo que nunca he tenido ningún acercamiento con nadie, soy muy tímido —¿Por qué estaba teniendo esa conversación?—. Y tu eres la única persona a la que había besado —¿Por qué hablaba en pasado?—. Supongo que sentí que me estaba quedando atrás, todo el mundo tiene novio y hace cosas, se besan y todo eso. Entonces Hiroto me prestó la película porque yo no sé nada y bueno...Perdón.

Fast & Beautiful [The Gazette Aoiha]Where stories live. Discover now