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Reita

No quería despertar, en serio, quería quedarme dormido. Había tardado tanto en conciliar el sueño la noche anterior y ahora ya tenía que ir a la escuela, odiaba ir a la escuela, odiaba tener que levantarme temprano. La alarma sonó, espera, eso no fue la alarma, ¿qué fue? No dejaba de sonar.....sonido, teléfono, celular... ¡llamada!

Abrí los ojos de golpe al darme cuenta que era mi celular el que me había despertado, y casi me mato al contestar.

—Ahhh —caí de la cama.

—¿Reita? ¿Estás bien? —Escuché la voz de Kai del otro lado. ¿Kai? ¿Por qué me hablaba a esas horas?

—Sí —contesté a recuperar el aliento—. ¿Qué pasa? —le pregunté aun un poco adormilado.

—...Bueno solo te hablaba para verificar que ya estabas despierto, no puedes llegar tarde de nuevo a literatura o te reprobara —dijo un poco inseguro. 

Sonreí por puro instinto, que amable era ese chico conmigo, a veces me preguntaba si me lo merecía. Me debía considerar un gran amigo para tener todas las atenciones que tenía conmigo, creo que ni Ruki pensaba tanto en mi.

Suspiré—. Gracias Kai, tienes razón, ya me levanto —colgamos y con toda la pereza que cabía en mi hermoso cuerpo, me levanté.

Después del baño me sentí mas aliviado y mas despierto, estaba preocupado la verdad, la última carrera fue mas estresante de lo que hubiera querido. Tenía ganas de matar a Kyo. ¿Cómo acabó en semejante trato? La mafia no andaba con rodeos, al aceptar un trato con ellos era casi imposible salir de ahí. Ahora lo sé. 

No era muy fan de Kyo y de todo el equipo de Nightmare en grey, pero se metieron en algo que estaba más que seguro, no entendían. Tenía que hablar con él, lo antes posible y no me importaba mucho si se enojaba con Ruki por decirnos, aquello iba más allá de las carreras. Lamentablemente.

Bajé la escalera a un ritmo lento, no quería llegar a la escuela pero, lo que había dicho Kai era cierto.

—Buenos días Akira —escuché a mi madre decir. Me acerqué al comedor donde mis padres desayunaban alegremente. Los dos eran personas extrañas, los habían casado cuando eran muy jóvenes y solo tuvieron un hijo para aparentar que tenían una vida perfecta, eran mas amigos que pareja, por eso no era sorprendente que cada uno tuviera su vida aparte y a mi me dejaran hacer todo lo que quería con tal de que no les estorbara—. Hoy tienes clase de tenis —le dijo mi madre a mi padre, mientras yo me sentaba a desayunar.

—Lo había olvidado, no puedo, tengo que ir a un almuerzo con un cliente ruso —dijo sin preocupaciones—. Akira, tu madre y yo nos iremos de viaje todo el fin de semana; nos invitaron a una cena muy importante en Osaka, ¿tienes suficiente dinero o necesitas mas? —parpadeó varias veces.

—No, está bien, solo nos se les olvide pagar mi tarjeta que ya estoy llegando al limite y la verdad eso de ir al banco me da flojera —comí mi fruta sin mirarlos.

—De todas formas hago una transferencia a tu otra tarjeta para que no te quedes sin algo —seguimos comiendo en silencio, quería hacerle varias preguntas a mi padre, puesto que si conocía a alguien que pudiera sacarnos del apuro era él. Sin embargo, tampoco me gustaba mucho la idea de ir corriendo con papi en cuanto un problema se presentaba, así que quería solucionarlo por mi cuenta.

Salí de la casa, donde mi hermoso Volvo azul ya me esperaba, no iba a pasar por Ruki, podía ir a la escuela directo, entrar a literatura y después salirme para hablar con Kyo.

-x-

—Dejarlos ganar no es la solución y ciertamente tampoco nos ayuda —Aoi lucía mas serio de lo normal mientras decía su discurso—. Kyo no debió hacer el trato para empezar —se cruzó de brazos.

Fast & Beautiful [The Gazette Aoiha]Where stories live. Discover now