20

42 3 0
                                    


Reita


No podía seguir faltando a clases y menos ahora que Nao se estaba recuperando, ya no teníamos la excusa de sentirnos mal al respecto. Nadie sabía lo que en realidad estaba pasando, nadie podía entender que en menos de una semana haríamos un trabajo para la mafia, nadie podía ayudarnos mientras el hermanito de mi mejor amigo permanecía secuestrado en quién sabe dónde. Nadie podía hacer nada por nosotros y yo no podía seguir faltando a clases. Que irrelevante sonaba aquello, pero no había ninguna excusa. Aunque nadie podía evitar que me saltara clases, no tenía a qué entrar, no me concentraba de todas formas.

Estaba acostado en el jardín de la escuela bajo el árbol de siempre mirando el cielo como si pudiera encontrar la respuesta a todos nuestros problemas en el color azul. Suspiré con pesadez y me sorprendí al escuchar otro suspiro a mi lado, me levanté con los codos para ver quien era. Vi Shou con una expresión extraña en el rostro.

—Hoy es miércoles —dijo por fin, estaba sentado con una pierna alzada y fumando un cigarro.

Me levanté—. Así es —era el gran día en que Sakito iría a la mansión de Mana a hacer quien sabe qué cosa y tratar de encontrar a Uruha—. ¿Cómo te sientes? —Shou nunca hablaba más de lo necesario, jamás expresaba como se sentía ni pedía ayuda. Incluso cuando rompió con Sakito no perdió el semblante serio. Yo lo conocía y aunque no hablara, sabía cuándo mi amigo estaba preocupado o enojado o deprimido y ese miércoles era un día que peor la tenía que estar pasando.

Se alzó de hombros—. No quiero que vaya Reita —sonrió de lado y negó con la cabeza mientras la agachaba hacia su rodilla—. No quiero, y no encuentro cómo decirle que no lo haga. Aoi cuenta con él y lo haría aún si le dijera que no. Así es Takahiro, cree que todo lo puede resolver por él mismo. ¿Qué tal si Mana o Gackt le hacen algo? No puedo, no podría soportarlo —y por primera vez en casi dos años vi a Shou con los ojos llorosos, me quedé paralizado sin saber qué decir o qué hacer—. Lo amo Reita, no dejé de amarlo nunca. Traté de olvidarlo y odiarlo, pensar en todas esas cosas que me hizo para odiarlo, no podía superarlo, ahora sé porque lo hizo. Por dinero. Debería odiarlo aún más y aun así hay algo dentro de mi —señaló su pecho—, que me dice que él también me ama. Ese día en su departamento lo único que quería era abrazarlo, decirle que todo iba a salir bien, que no necesitaba nada ni a nadie más que a mí, pero mi orgullo —no tenía idea de lo que me estaba hablando, tampoco me atreví a interrumpirlo. Asumí que hablaba del día en que Sakito había perdido el Camaro—. ¿De verdad soy tan poca cosa Rei? —me miró tratando de no descomponer su semblante.

Me descolocó por completo, jamás hubiera creído que mi amigo se sentía así, se estaba desmoronando frente a mis ojos y yo tenía la más mínima idea de cómo ayudarlo—. Por supuesto que no —fue lo único que atiné a decir. Shou bufó en respuesta—. Mira, no sé porque Sakito hace las cosas que hace, tu lo conoces más que yo en ese aspecto. Es obvio lo que siente por ti, como te mira, como te habla. ¿Te acuerdas cuando cortaron? Le fui a romper la cara por atreverse a hacerte eso —mi amigo asintió riendo ligeramente—. Aoi y yo contra él, ese día no usó su tono descarado, ¿sabes? Nos dijo algo que en ese momento no entendí y ahora tiene sentido —Shou me miró esperando a que continuara, nunca le había contado aquello porque pensé que no quería volver a saber nada de Sakito—. Me dijo que era poca cosa para ti, que no te merecía. En ese momento le di la razón y le grité cuanta cosa me pasó por la cabeza —reí ante el recuerdo—. La verdad es que él se siente inferior a ti, cree que te está haciendo un bien —torcí la boca.

—Pues es un estúpido.

—Pues sí —reí sin querer—, los dos lo son. Mira Shou, si de verdad lo amas, independientemente de lo que vaya a hacer hoy, tienes que decírselo. Trágate ese maldito orgullo de una vez, porque si pasa algo en esta semana —no quería sonar fatalista, fue lo único que se me ocurrió decir—. Jamás te lo perdonarás.

Fast & Beautiful [The Gazette Aoiha]Where stories live. Discover now