Décimo algo: 19 años.

2.8K 404 254
                                    

La verdad que cuando Emilio volvió a ir por Joaquín a su instituto, una semana más tarde, el castaño no quería verlo y se sentía demasiado inseguro. Sonaba extraño, pues a pesar de verse el fin de semana, que Emilio se quedó en la casa de Joaquín de viernes a sábado, habían evitado el tema, pues el mayor de ambos pensaba que el objetivo final había sido cumplido, educación sexual para Joaquín, pero el castaño tenía ese secreto oculto que le impedía dormir.

—¿De nuevo vino tu mejor amigo? —preguntó con curiosidad John, viendo a Emilio bajo un árbol a unos metros de la escalera de salida, Joaquín se encogió y se acurrucó a su lado.

—Su quieres, puedo decirle que nos vemos el fin de semana y salimos a alguna parte —susurró Joaquín con esperanza de que el pelinegro aceptara. John arrugó du ceño con una sonrisa ante la reacción y las palabras de Joaquín.

—Me ves todo el día, a tu mejor amigo no, ¿por qué debería pedirte que lo vieras el fin de semana? eso es ser egoísta.

Joaquín apretó sus labios con fuerza, formando una línea fina, a la vez que ya terminaba las escaleras. Sus opciones para evitar a Emilio se le acababan. Era inevitable.

—Hola —saludó Emilio a ambos con una sonrisa— ¿Vamos, Joaco?

El castaño asintió con timidez y se despidió de John con un abrazo, hasta que una inesperada y descabellada idea se le cruzó por la mente, esa que quizá distrajerá a Emilio en su camino hasta el centro médico.

—John, ¿qué te parece si esta noche vas a cenar con nosotros? Así te presento a mamá y papá.

La reacción de John y Emilio fue la misma. Ambos abrieron sus ojos como platos y su boca por la sorpresa.  Emilio porque primera vez que Joaquín haría algo como eso, y John por que por supuesto,  él no se esperaba que fueran las cosas tan rápidas y serias con su castaño novio mayor.

—¿¡Qué!? —chillaron ambos al unísono, haciendo que Joaquín pensara si realmente había sido buena idea su iluminación inesperada.

—Pregúntale a tu mamá y me avisas para decirle a la mía. Te enviaré un mensaje con la dirección si lo deseas.

John arrugó su ceño totalmente confundido. algo no calzaba dentro del discurso de Joaquín: —¿No era tu casa donde hemos ido últimamente?

—¿¡Qué!? ¿¡Sigues utilizando mi casa como un motel!? —Emilio chilló más que alarmado, haciendo que Joaquín se sonrojara a más no poder y se volteara cubriendo la boca de su mejor amigo con su mano.

—Nos vemos, John —se despidió empujando a Emilio mientras le dedicaba la sonrisa más falsa que tenía a su novio.


...


Joaquín prefirió no mirar su celular en todo el camino al centro médico y fingía escuchar a Emilio con sus comentarios sobre John, que de verdad estaba sorprendido porque por primera vez le presentaría un novio a su familia y que estaba triste, porque como suponía, seguramente los padres de Joaquín no le permitirían hacer una vídeo llamada con los hermanos del castaño para molestarlo junto con ellos.

Llegaron al centro y se dirigieron a la parte de entrega de resultados, donde mostraron sus identificaciones y el recepcionista buscó los sobres sellados con sus nombres, entregándoselos.

Emilio sin nada que temer ni esperar, abrió su sobre relajado, mientras que Joaquín lo hacía con nervios, viendo los mil escenarios posibles por un pequeño secreto que guardaba, que si resultaba positivo el maldito resultado, debería sufrir por mucho tiempo las consecuencias de una noche descabellada.

Antes de abrirlo, elevó su mirada y se encontró con Emilio que ni lo observaba, pues leía relajado sus resultados. Emilio le transmitía mucha paz, era la mejor compañía y sabía que era la mejor persona con la que podría estar si en aquel momento todo cambiaba, si aquel resultado era ajeno a lo que su mejor amigo esperaba.

Cerró sus ojos con fuerza y abrió su bocota: —HaceUnAñoMeEscapéDeCasaPorUnaNocheYFuiAUnBarPorqueReciénComenzabaACaminarSoloYNecesitabaSexo.EncontréAUnHombreMuchoMayorQueYoLoLlevéAlBañoYDejéQueMeLaMetieraPeroEraUnRapiditoYNoOcupéProtecciónYEntreMeteYSacaTerminóYTengoMiedoDeEstarContagiadoPorSexoCasualConUnCuarentón.

No había respirado nada entre palabras de su dircirso y confesión repentina, donde había preferido ser sincero con Emilio antes de que algo malo saliera a la luz y él se sintiera traicionado. Abrió con cierto temor sus ojos y se topó con su mejor amigo de brazos cruzados con una mueca en el rostro, totalmente incómodo, hasta que notó que todo el corredor lo observaba, que hasta el recepcionista lo hacía y que no midió el volúmen de sus palabras, sino las gritó.

—Mamá, ¿qué es entre mete y saca?

Una niña preguntó a una mujer a su lado y ahora si que Joaquín quería que la tierra lo tragase. Esto era demasiado incómodo para ser cierto.

Emilio le arrebató el sobre de las manos y lo abrió, para luego elevar su mirada y cruzarla con la de su amigo de ojos miel.

—El 'mete y saca' no te dejó ningún regalo más, dentro. Estás sano.

Le mostró el papel y Joaquín pudo leer que decía negativo, por lo que sonrió relajado, hasta que Emilio rodeó los ojos y se dispuso a partir los papeles por la mitad y en pedacitos.

—Amigo, creo que deberías pagarnos un psicólogo a todos aquí y preocuparte si ese cuarentón se llamaba algo relacionado con Disney.

—Era Andy...

—¡VERGA, JOAQUÍN!

















------

no sé si ya se habrán dado cuenta pero actualizo los lunes y viernes, de vez en cuando los miércoles. that's it sjkdjs

este capítulo es realmente corto, les gustaría otro más hoy?

KISSES 「emiliaco」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora