capítulo 1

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— No me puedo creer que quede menos de una semana para volver a clase, no estoy preparada ni física ni mentalmente todavía —dijo Aries.

Leo rodó sus ojos cuando apenas la chica había terminado de hablar.

—Todos los años dices lo mismo y en cuanto entras en la clase ya estás intentando encontrar a alguien con quien hablar —contestó Sagitario sin mirarla siquiera a los ojos.

Aries dio un pequeño sorbo de su zumo de manzana y después resopló: Nadie me entiende en este grupo. 

El grupo de tres amigos, y cabe destacar que sean dos chicos y una chica, se encontraba pasando un agradable rato charlando de lo cerca que estaba el regreso a las clases mientras que se encontraban sentados en la terraza de la cafetería que visitaban normalmente tres veces a la semana, como una especie de tradición que habían mantenido desde que se conocieron siendo pequeños.

Este año era el último de su carrera secundaria, por lo que pronto podrían empezar a llamarse adultos, o al menos intentar aparentarlo.

— ¿Tenéis algún plan para despedir las vacaciones de verano? —dijo Sagitario después de darle un sorbo a su batido de plátano.

—Me apetece ir de fiesta —dijo Leo a la vez que se aflojaba el cinturón. Se estaba produciendo el suceso conocido como empache de tarta de mora.

— ¿Otra vez? —dijeron Aries y Sagitario al unísono.— Habremos ido al menos a veinte fiestas en lo que llevamos de verano, toca descansar un poco el hígado y los riñones, ¿no crees?

Leo les miró con mirada de asesino: Si no queréis venir no vengáis, no os estoy obligando, pero sencillamente no estaríais conmigo y sería una mierda.

Aries, Leo y Sagitario eran amigos desde prácticamente nacimiento, por lo que estaban muy unidos. Y al estar demasiado unidos es normal que a veces no estén de acuerdo entre ellos. Pero no hay nada que no arregle un buen rato juntos, como una buena fiesta, aunque a Aries y Sagitario no les guste tanto como a Leo.

Aries era una chica fuerte, tanto física como mentalmente, quizás un poco agresiva pero al final del día honesta con quienes la rodean, por lo que probablemente acabe teniendo alguna discusión contigo si piensas que tienes la razón en algo que ella tiene la razón. A parte de ser un poco impulsiva, sobre todo si sale de compras con algo más de veinte euros y nadie que se responsabilice de sus acciones, es una chica muy amable, y aunque aparenta ser muy tímida y callada, con sus amigos cercanos no hay quien la calle. Aries es alguien a quien no la gusta que la controlen pero si se ve en una situación en la que nadie toma la iniciativa, ella tomará el mando, te guste o no.  Su impaciencia ocasional es lo que suele bloquearla, por lo tanto, Aries tiene amigos a los que conoce bien y en quienes confía, para que acepten sus consejos. Sus amigos cercanos, Leo y Sagitario, pueden verla teniendo algún comportamiento que los demás puedan considerar egoísta, pero al final del día ellos saben que está haciendo lo mejor para ella misma.

Leo es un chico algo dramático si las cosas no salen como él esperaba, pero eso no significa que sea un chico consentido o infantil, ni mucho menos. Leo tiene el poder de dominar y controlar a los demás, pero es generoso y amigable. No tiene dudas sobre sí mismo porque cree en su trabajo y cualidades morales, pero también puede juzgar con confianza sus no tan buenas habilidades. Muy protector con las personas a las que quiere, siendo la caballerosidad y el tacto sus características innatas. A pesar de todo, puede suceder que el orgullo de Leo se convierta en inmodestia y su autoridad en arrogancia, por lo que podría comenzar a imponer su voluntad a expensas de los demás y usarla como una manera maliciosa de traición, incluso para conseguir lo que quiere. Leo puede parecer estar ensimismado consigo mismo a ojos de extraños, pero sus compañeros de vida, Aries y Sagitario, saben que solo es una coraza para protegerse.

Sagitario es un chico de reacciones muy inmediatas, que a menudo actúa por impulso sin haber logrado descifrar las consecuencias de su comportamiento. Sagitario puede ser provocado en un segundo y explotar, pero al igual que tiene poca paciencia, puede olvidar todo con la misma rapidez sin tener la menor idea de qué puede haber lastimado emocionalmente a alguien. A Sagitario le encanta ser el anfitrión, da igual de qué fiesta, reunión o celebración se trate, por lo que a menudo pueden llegar a exagerar sus posibilidades. Su descuido en el momento en que lo están pasando bien es el culpable de esto, pero hará inmediatamente lo que sea necesario y no espera gratitud ni nada a cambio. Sagitario no necesita mucho dinero para sí mismo porque no tiene la necesidad de presumir, no le gustan las explicaciones largas y no le gusta humillarse en público, por lo que suele encerrarse en sí mismo. Sagitario lucha por la justicia, pero casi nunca lucha por sí mismo. Sus amigos más familiarizados con su comportamiento, Leo y Aries, cuentan con un amigo confiable con el que pasarán buenos ratos, a pesar de ser alguien quien puede llegar a hablar demasiado.

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