capítulo 13

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Era lunes de nuevo y eso significaba que una nueva semana de intenso estudio comenzaba para los estudiantes de bachillerato. A pesar de que solo habían pasado dos días desde la última vez que se vieron con sus amigos, debido a que habían tenido que pasar el fin de semana estudiando, todos tenían que ponerse al día con los demás, ya que unos habían estado más entretenidos que otros...

Tauro y Virgo, quienes iban a la misma clase de química, se encontraban esperando en la puerta  a su amiga Capricornio, quien estaba tardando un poco más de lo normal en encontrarse con sus amigos a la hora del recreo. Tanto Tauro como Virgo querían contarles sus novedades a Capricornio, y a su vez debían hablar el uno con el otro, por lo que aprovecharon este momento para hacerlo mientras que esperaban.

— ¿Y cómo es que estabas el viernes con Piscis? —preguntó Tauro rompiendo el silencio.— Nunca llegué a preguntártelo.

El pelinegro la miró fijamente a los ojos.

— Fue un poco espontáneo, al salir de la cafetería me lo encontré sentado en un banco y me puse a hablar con él, nada más —contestó rápidamente.

La rubia asintió en su dirección, pero sabía que había algo más, aunque no insistió. Ya se lo contaría más adelante, si es que hay algo que deba contarse.

Antes de que ambos pudieran volver a abrir la boca, Capricornio salió de la clase y se encontró con sus mejores amigos, quienes sostenían sus almuerzos, sorprendentemente sin ningún mordisco todavía, entre sus manos.

— ¡Capri! —dijo Tauro.— ¿Nos vamos?

La morena asintió mientras que se disculpaba por haber tardado en salir de clase, aunque ha decir verdad, había sido culpa de la profesora por haber alargado un poco más la clase de hoy.

Los tres amigos llegaron rápidamente al patio del instituto y se sentaron en el primer banco libre que encontraron, y una vez Capricornio había sacado su pequeña merienda de la mochila, la rubia dio comienzo a su recital.

— Capri, tenemos que contarte lo que pasó el viernes pasado —dijo Tauro mientras que le cogía la mano a Virgo.

La morena les miró un poco extrañada, no por el hecho de que la habían dicho que la tenían que contar algo, sino porque Tauro le había cogido de la mano a Virgo, algo que nunca les había visto hacer.

— No me digáis que habéis empezado a salir —dijo Capricornio.— Que yo recuerde a ti te gusta Escorpio y tú eres... gay.

La rubia y el pelinegro intentaron aguantarse las ganas de reírse pero fueron incapaces, haciendo que todas las personas que se encontraban a su alrededor se girasen para saber qué acababa de ser ese estruendo que había salido de la boca de los dos adolescentes.

— ¿Pero qué dices? —dijo Tauro soltándole la mano a Virgo, quien seguía riéndome.

— No me deis esos sustos, por favor —contestó Capricornio después de darle un mordisco a su bocadillo.

Después de que las risas de ambos hubieran desaparecido del todo, Tauro y Virgo comenzaron, ahora sí, su noticiario.

— El viernes pasado fui en la moto de Escorpio —dijo Tauro viendo cómo los ojos de su amiga se iban haciendo más grandes a medida que seguía hablando.— Dos veces.

— ¿Esto está yendo muy rápido, no? — preguntó Capricornio, a lo que Virgo rió sonoramente.

Tauro la explicó que primero se habían encontrado en la calle y que luego él se ofreció a llevarla en moto a su casa, a lo que ella, obviamente, no sé negó.

agridulceWhere stories live. Discover now