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Cuando mi padre dijo que iba a estar cerca de ellos, justo al otro lado de la montaña, no mentía

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Cuando mi padre dijo que iba a estar cerca de ellos, justo al otro lado de la montaña, no mentía. Pero... ¿Cómo no va a estar lejos si hay una montaña de por medio? Luego me llaman demente a mí.

—¿Cuánto falta para llegar, Rafal? Solo veo montañas y árboles que rodean una carretera desierta y el coche ya está parando.

—Muy observador, señorito. Nos vamos a desviar por el camino que está a la izquierda.

Rafal, nos llevaba en un coche a Minka y a mí. Después iban dos coches más atrás, los guarda espaldas, Gawel y Lech en uno, en el último iban Miloslaw y Filip. ¿Tanta protección tenía que tener? Si pensaba que iba a tener paz y estar solo, estaba muy equivocado.

La desviación que tomamos para según el llegar a la esperada casa, era de tierra y estaba en muy malas condiciones. Te movías sin quererlo de los tantos baches que tenía el suelo por el cual pisaba las llantas del coche.

—¿Hay suministros a la casa que nos dirigimos, verdad? Lo digo porque está mucho más lejos que el palacio donde vivía hasta hace una hora, aproximadamente —aclaro la pregunta —, estamos muy lejos de Detroit.

—Sí, hay de todo, y si se acaba, alguno de nosotros iremos.

—¿Tan peligroso es salir?

—Para ti, sí —no hago más preguntas ya que todas llevaran a la misma respuesta. No podré salir de esa casucha. Estoy odiando ser un Chlebek en estos instantes.

El sol se está escondiendo y empieza a anochecer y con ello, Rafal pone las luces para que podamos llegar bien al sitio.

—Pasamos esos árboles de allí —me dice, y yo miro en la dirección que señala —, y ya se podrá ver la casa.

Apoyo mi cara en la ventanilla, aburrido, esto de "viajar" aunque sea de poco tiempo, no va conmigo. Me aburro fácilmente, aparte de desesperarme.

Rafal frena el coche, apagándolo por completo y saliendo de él. Y es cuando reacciono y me doy cuenta que hemos llegado y me tengo que bajar del vehículo.

—¿Y esto para mi padre es pequeño? —Señalo con mi dedo índice impresionado por lo grande que es la casa —Dyzek creo que no aprendió bien el significado de grande o pequeño. ¡Y esto es enorme! —Minka suelta un par de carcajadas mirando dirección a la casa.

—Tu padre solo tiene casas grandes, si dice casa, no te esperes un piso de dos habitaciones, ya que por lo menos tendrá seis.

—¿Y esta casa cuantas...—mejor no terminar de formular esa pregunta —no me lo digas, por el tamaño que tiene, no tendrá solo seis. Habrá que ir entrando, empieza a refrescar —Rafal asiente a lo que acabo de decir. Minka camina a mi lado con su maleta de mano, parecida a la mía.

Pensamientos llegan a mi cabeza sin permiso alguna, haciendo que casi me estalle. ¿Cuánto tiempo permaneceremos aquí? ¿Estaría libre de riesgo? ¿Cuál es el riesgo que tengo sin la protección de mi padre? ¿Soy más vulnerable si estoy solo? ¿Más fuerte? ¿Imparable?

El mundo de ZarekWhere stories live. Discover now