39

136 30 5
                                    

El animal se coloca a un costado de mí para que yo pueda avanzar y llegar hasta el árbol

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El animal se coloca a un costado de mí para que yo pueda avanzar y llegar hasta el árbol. Antes de avanzar a cualquier parte, me doy la vuelta y me fijo en Rafal, que tiene una cara de espanto al ver a semejante animal.

—Rafal mantente sereno. No va a pasarme nada —Alzo bastante la voz para que pueda oírme. Aparte de que está a una distancia considerable, hay que añadir el viento.

Veo que él hace muecas raras a la vez que asiente. Sé que no está muy conforme con lo que voy a hacer y a la vez estará pensando que es una maldita pirada de olla.

—Solo te pediré algo —Chilla. Yo asiento para que prosiga —, ve con cautela.

Sé que no está muy convencido de que vaya yo solo a por los antídotos, pero es la única forma de poder tenerlos. No hay de otra.

—Si ves que tardo demasiado ahí arriba —señalo para atrás, refiriéndome al árbol —baja de la colina y dirígete a la furgoneta —este me mira con los ojos entrecerrados y no me asiente ni tampoco me dice algo.

Sin querer atrasarlo más; hago que mi cuerpo vuelva a su anterior posición. El águila sigue en la misma posición que hace unos minutos atrás.

Sin parar a observar a alguna cosa más, avanzo dubitativamente hacia el gran árbol, sin querer mirar para atrás para no salir pitando en la dirección en donde se encuentra Rafal.

No sabía a la perfección lo que me iba a encontrar ahí arriba. Podía tener alguna idea. ¿Las pequeñas crías del águila me obstaculizarían para poder llegar a los huevos dorados?

Conforme me voy acercando al gran árbol, observo muy bien todo. ¿Por dónde voy a subir? No hay ni una mísera cuerda de apoyo.

Mi mirada se perdió en cualquier lugar menos en el que debería estar. Mi cuerpo no se movía. Lo único que me alegraba es que esta sensación era distinta a la que me producía cuando Florián me hablaba tras la mente.

—No te detengas ahora —oigo los gritos de Rafal a la lejanía —. ¡Sigue!

—Aunque quisiera seguir, no podría. Estoy nuevamente paralizado —voceo igual que él, para que pueda escucharme.

—¿Ha sido Florián? —Aunque ha sonado como ha pregunta, creo que era más una información, pero estoy casi seguro que no ha sido Florián.

—No, la sensación no es la misma que cuando me va a hablar —le digo para que se mantenga más tranquilo.

—¿Entonces porque no avanzas? —Escucho su voz más cerca que antes.

—El miedo es el que me paraliza y no me deja avanzar —reconozco con suma sinceridad.

—Todo es psicológico, deja todos los pensamientos negativos apartados y avanza con la mente en blanco —debería hacer caso a Rafal, pero no sé si podré hacerlo —. Deja de pensar en negativo. Avanza sin pensarlo —me repite.

El mundo de ZarekWhere stories live. Discover now