Somewhere only we know✨ // warmi

Pelea

1 semana después...

Narra Ana

Me desperté con el sonido de una guitarra y una melodia que era totalmente nueva para mí, ya que por más que intentaba averiguar de que canción se trataba no adivinaba cual era.

Decidí levantarme e investigar de qué se trataba.

- Tu corazón dolido me hizo prometer amarte sin mentiras en una canción - cantaba alguien.

Fui al baño, porque la guitarra y esa voz dejaron de escucharse.

Pero cuando salí de ahí todo empezó de nuevo, provenía de la habitación de Mimi.

Decidí asomarme a la puerta y abrirla un poco para poder oír mejor que estaba cantando.

- ¿Que haces ahí parada? - Mimi se había dado cuenta de que estaba espiandola.

- Esque me has despertado con la guitarra -

- ¿Enserio?, perdón, no quería... - dijo sincera

- No te preocupes, pero, ¿me la puedes volver a tocar?, esque me ha gustado mucho - ella asintió con una enorme sonrisa y dio unos golpecitos a la cama para que me sentase a su lado.

- Tu corazón dolido me hizo prometer
amarte sin mentiras en una canción - empezó de nuevo mirando a su guitarra - Y mi mejor mentira fue que al conocerte nos separó mi respiración - mis ojos estaban vidriosos y no pude evitar acordarme de cada momento bonito que teníamos - Ahora es tan difícil verte y no pensar que ya te has convertido en mi nueva adicción - sus ojos verdes se clavaron en los míos y una lagrima inocente cayó por mi mejilla, ella soltó la guitarra y cogió mis manos, juntamos nuestras frentes y cantó muy sutilmente la última frase de la estrofa - Que solo necesito una oportunidad para revivir esa sensación.

- Mimi - dije casi al borde del llanto.

- Shh, no me digas nada - me agarró la cara para que la mirase, y después de un buen rato mirándonos me dijo lo que nunca pensé que me podría decir - Me gustas.

- Mimi, ya sabes que lo nuestro no puede funcionar - dije entre hipidos - somos demasiado diferentes.

No dijimos nada más, solo nos abrazamos y lo dejamos estar, ese abrazo había sido el más sincero que nos habíamos dado en mucho tiempo.

Un carraspeo en el marco de la puerta nos sacó de nuestro mundo.

- ¿Interrumpo algo? - dijo Ricky.

- No, no, esque Mimi me ha enseñado una canción y me he emocionado - le dije rápido y levantándome de la cama.

- Ya - el me miró con una sonrisa - solo venía a deciros que voy a pedir comida a domicilio - las dos asentimos y el se marchó.

- Mimi, perdón -

Y la deje allí sentada, destrozada, como estaba yo por dentro, hecha una puta mierda.

Pero sabía que nosotras no podíamos llegar a ser algo más que amigas, porque era verdad, el destino no quería que estuviéramos juntas de ninguna manera, en ninguna etapa de nuestra vida.

Tras un cuarto de hora llorando, tuve que parar porque alguien llamó a mi puerta. Era Ricky.

- Hola Canaria, ¿que te pasa? -

- Nada, es solo que... - lo miré - nada, déjalo.

- Ana - insistió sentándose a mi lado - te conozco muy bien, a ti te pasa algo.