Tenerife III

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Narra Ana

Estaba en la cocina haciéndome una tila calentita para rebajar mis nervios, tenía un mal presentimiento con Mimi pero no quería agobiarla, tendría su espacio y si la cagaba era cosa suya.

Volví a mi habitación y cogí el móvil para distraerme un rato pero en la pantalla de bloqueo vi dos llamadas perdidas de Mimi, la volví a llamar yo pero no me lo cogió cosa que me agobió aún más. Estaba preocupada, no sabía que hacer, o la esperaba despierta en casa hasta que a ella le apeteciera volver o iría yo misma a buscarla.

Tras tres segundos de meditación, la segunda opción fue la triunfante y entonces a eso de las cinco y poco de la mañana estaba montada en mi coche dirección a la casa de la ex de mi novia, surrealista.

Aparqué en doble fila y mal, pero me daba igual molestar o la multa que pudiera recibir, solo quería ver a Mimi, saber que estaba bien y que me explicará su magnífica noche.

- Perdona, una pregunta ¿has visto a Mimi?, una chica rubia, alta... - pregunté a un muchacho que estaba en la entrada.

- ¿La chica que está de rollo con Patri? - me respondió con una pregunta.

- Bueno dejaron de estar de rollo hace un tiempo, pero si es ella ¿la has visto?  -

- Pues hace cinco minutos estaba aquí fuera, se le veía mal, pero ahora no se, prueba a mirar dentro -

Le dí las gracias y entré en esa casa que era un completo desorden.
Eché un vistazo al salón pero ninguna cabeza rubia habitaba la sala.
Me empecé a poner nerviosa, quizás habría cogido un taxi y se habría marchado ya y yo solo estaba haciendo el ridículo en esa casa.

- ¿A quien buscas? - me paró una chica que no conocía de nada.

- A mi novia -

- ¿Quién es tu novia? -

- Mimi -

- Se donde esta - afirmó la muchacha pelirroja - en el primer baño de la primera planta, es la primera puerta a la izquierda, lleva allí metida bastante tiempo, no sabemos que le pasa -

Me despedí de la muchacha dándole las gracias también, porque siempre había que ser educada y más en estas situaciones en las que ves que el tiempo pasa lento y no consigues lo que buscas.

Ya colocada enfrente de la puerta que supuestamente daba al baño donde estaba Mimi, me tomé unos segundos para respirar hondo y no gritarle en la cara nada más verla.

Llamé a la vez que intenté abrir pero el pestillo estaba echado.

- ¿Mimi?, soy yo - suavicé el tono, pero no obtuve respuesta.

- ¿Mimi estas aquí?, dime algo si eres tu, si no eres perdón a quien seas, me habían dicho que Mimi estaría aquí... - dije a la vez que la puerta se tornaba para abrirse.

La puerta por inercia se abrió una cuarta, el resto tuve que ser yo quien abriera encontrándome a Mimi sentada en el vater. Cerré la puerta detrás de mi y me coloqué enfrente, ella ni me miraba.

- ¿Que te pasa? - dije con un tono firme - ¿no te pasa nada entonces? - repetí porque ella no me hablaba.

- ¿Que coño has hecho esta noche? mírate, estás cieguisima de alcohol - le cogí la barbilla levantándole la cara - por no hablar de lo bien que te lo has pasado bailando con Patri ¿verdad?, que tranquila - reí - no estoy celosa, solo que me ha hecho cero gracia que me hayan tenido que mandar por WhatsApp fotos y vídeos tu súper motivada de fiesta - solté - ¿no me vas a decir nada? dios Mimi dios - me llevé las manos a la cabeza.

Somewhere only we know✨ // warmiWhere stories live. Discover now