Epilogo

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Tres años después

Narra Ana

Me acababa de tumbar en mi cama de siempre, de cuando era pequeña, rodeada de las paredes que me vieron crecer.
Había sido un día agotador, además Tenerife en Julio era bastante caluroso.

Acababa de salir de la ducha cuando me tumbé en la cama a reflexionar sobre mi vida, el cambio tan grande que había experimentado.
Como profesora de inglés me iba bastante bien, aspiraba a algo mejor, pero estaba muy a gusto con Míriam y mis alumnos que me daba pena dejar el trabajo. Con respecto a mi novia, o bueno, futura mujer en exactamente doce horas, nos habíamos dedicado a viajar por gran parte de Europa y América, en parte porque ella tenía promo y gira allí y yo no quería perderme ni un momento de la felicidad que le ocasionaba trabajar en lo que siempre habia soñado.

Noté vibrar mi móvil y era una videollamada entrante de ella.

- ¡Hola Ana!, que guapa estás - me saludó.

- ¿Ya me echas de menos?, ¿no puedes estar un día sin verme o que? -

- No puedo no, pero aparte es que estoy muy nerviosa - confesó.

- ¿Tienes miedo de casarte? - dudé.

- Ni de coña banana, necesito que sea ya mañana para que eso ocurra -

- ¿Están ya todos durmiendo? - le pregunté al verla sola y sin ningún familiar con ella.

- Si, mañana todos tienen que madrugar, que si peluqueria, arreglos de última hora, maquillaje... es un caos todo esto -

- Será mejor que te vayas a dormir tu también, yo lo haré enseguida - bostecé.

- Es que me cuesta mucho dormirme si no estás tú -

Tras un rato más ambas soltando cursiladas, le di las buenas noches y me fui a dormir, tenía razón, mañana había que madrugar, teníamos que hacer mil cosas antes de la boda de ensueños que habíamos planeado en Tenerife, si.

Y es que estuvimos debatiendo un mes sobre el destino donde casarnos, incluso hubo pelea, Mimi prefería casarse en Pamplona antes que en Tenerife, siempre tenía el mismo argumento "Si no nos casamos en mi pueblo tampoco lo vamos a hacer en el tuyo guapa".

Pero al final salí victoriosa, primero porque reconoció que La Laguna era mejor sitio para casarse y segundo porque su abuelo le dijo que quería coger un avión una vez en su vida antes de morirse y Mimi pensó que quizás no era tan mala idea La Laguna.

Asique desde ese día, que fue hace dos años aproximadamente, estuvimos planeando todos los detalles de la boda, con algún que otro dilema.

[...]

- Ana es que si nos vamos a casar en Tenerife que mejor que en la playa -

- ¿En la playa?, por dios Mimi todo el mundo se casa allí ya, tiene que ser algo original - me quejaba.

- ¿Y donde te quieres casar lista?, ¿en lo alto del Teide o que? - la rubia estaba cabreada.

- Pues mira no es mala idea, pero prefiero en algunos jardines... - añadí.

- ¿Jardines?. ¿enserio?, Ana que sabes que tengo alergia - lo suyo eran las excusas.

- Mimi nos vamos a casar en Julio, ya no hay alergia -

- Si que hay -

Finalmente decidimos casarnos en el restaurante de lo alto del acantilado, donde un día me llevó a comer por primera vez y ya se había vuelto rutina siempre que volvíamos a la isla.

Somewhere only we know✨ // warmiWhere stories live. Discover now