Tenerife II

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Narra Ana

Un rayo de sol acompañado con el sonido insoportable del despertador dió comienzo a un nuevo día en la isla. Apenas eran las nueve de la mañana, pero teníamos muchas cosas que hacer y había que aprovechar el día.

- Venga dormirlona, que nos cierra el bufet - palmeé el culo de la rubia que estaba liada entre las sábanas.

- ¿Porqué no pedimos a la habitación?, es que no me puedo mover - dijo con la boca anclada a la almohada.

- ¡Venga ya hombre! - la destapé logrando así despertarla del todo.

En el buffet coincidimos con las chicas que cogían el avión al mediodía.

- Me da pena que no os podáis quedar, me hubiese encantado enseñaros todo - dije apenada.

- Nosotras nos quedamos con ganas de verlo Ana, es más pensamos volver - me contestó Claudia

- Pensábamos que por la mañana nos daría tiempo a conocer un poquito más, pero imposible tenemos que coger el avión, esta tarde tenemos un workshop en Madrid - añadió Mónica.

- Pues que os vaya bien chicas y ya nos volveremos a ver en unos días de vuelta con la rutina -

Terminamos de desayunar y nos despedimos de las Lolas, después subimos a la habitación a asearnos y salir a tomar un poco el sol.

Estuvimos paseando por las playas, respirando aire puro y contemplando las maravillosas playas que poseen las islas, también andamos por la ciudad, nos compramos un helado y nos lo fuimos comiendo por las calles como si fuésemos dos crías.

Para la hora de comer llegamos a mi casa donde nos recibió mi padre.

- ¡Papi! - grité al verlo.

- ¿Cómo estas mi hija? - me abrazó - ya veo que bien -

- Si - reí

Cogí la mano de Mimi que se había estado manteniendo al margen todo este tiempo y la acerqué a mi.

-Papi ella es Mimi, mi novia y de la que tanto te he hablado - los presenté - y bueno el es mi padre Mimi, seguro que lo conoces -

Ambos se dieron dos besos y un abrazo.

- Encantada de conocerle Antonio - sonrió.

- El placer es mío muchachita, anda pasad, tu hermano ha preparado la comida hoy -

Entramos dentro y repetí las presentanciones con mi hermano, notaba a Mimi algo cohibida pero era normal, no todos los días se conoce a un suegro y a un cuñado.

Comimos entre anécdotas familiares, Mimi enseguida cogió total confianza y entre mi hermano y ella se dedicaron a dejarme en ridículo, menos mal que mi padre tuvo un poco de compasión conmigo y supo como manejar la situación.

- Ya está bien, os estáis pasando con mi Anita - sacó la cara por mi.

- Gracias papá, pero si los dos por separado son pesados, juntos son insoportables -

Terminamos de comer y recogimos la mesa. Mimi se empeñó en ir a mi habitacion, quería ver un poco más de la Ana adolescente. Asique anduvimos hasta el final del pasillo y la dejé entrar.

Realmente la habitación no era gran cosa, antes de marcharme a Madrid había recogido, ordenado y tirado aquello que no servía para nada.

- Pero que adorable eras - exclamó al ver las fotos que tenía colgada en la pared de cuando era pequeña.

- Mira aquí salgo aún más pequeña, era el primer día de cole -

- Ay que me muero - sacó su móvil para echarle una foto - la necesito de recuerdo -

Somewhere only we know✨ // warmiWhere stories live. Discover now