Contratiempo II

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Narra Ana

La frase "Ana ha tenido un accidente" resonaba en mi cabeza.

- ¿Ana? ¿Estás bien? - repetía Laura desde la otra línea - ¿me oyes? -

- S-si, ¿me pasas ubicación de donde estáis?, voy para allá - me atreví a decir aún en shock.

- Ana es muy tarde, deberías dormir y mañana venir aquí - me aconsejó.

- ¡Laura, mi novia acaba de tener un puto accidente accidente y me pides, ¿que me vaya a dormir?! - elevé el tono de voz - No puedo Laura, me va a dar algo -

- Vale, relájate, aquí te esperamos, llámame si necesitas algo -

Colgué la llamada y rápidamente pensé en llamar a Ricky, el cual no me cogió el teléfono. Maldito Ricky, donde coño estaba a esas horas.
Volví a intentarlo pero nada, el contestador, le dejé un mensaje en el buzón de voz pidiéndole que me llamara en cuanto viera el mensaje, que era urgente.

Pensé un poco y me acordé de Míriam, me iba a matar si la llamaba a estas horas, pero lo necesitaba, necesitaba a alguien con coche que me llevara a Zaragoza.

- Ana tía, ¿que pasa?, estaba durmiendo - dijo con su acento gallego más marcado de lo normal.

- Míriam te necesito, Mimi ha tenido un accidente y necesito ir a verla, por favor - sollocé.

- ¿¡Como!? - gritó sobresaltada - a ver ¿tu donde estás? -

- En Madrid -

- ¿Y ella? -

- En Zaragoza -

- ¿Y pretendes que vayamos ahora hasta allí?, mira que son las dos de la mañana ¿eh? -

- Míriam, ha tenido un accidente, tenemos que ir -

- Esta bien, lo que tarde en cambiarme y estoy en tu casa -

Colgué la llamada y preparé un macuto con cosas imprescindibles, no sabía el estado de Mimi, si íbamos a estar mucho tiempo allí ni nada. Siete minutos tardó Míriam en recogerme en mi portal y marchar hasta Zaragoza, un poco más de tres horas de trayecto en completo silencio, sólo oyendo la radio de fondo y a Míriam dando continuos sorbos al café.

- Míriam que si estas cansada o algo que yo conduzco un rato - decía intentando calmar la situación.

- Ana, estás que te va a dar algo, no te dejo a manos del volante ni muerta - rió.

Llegamos pasadas las cinco de la mañana al hotel donde Laura me había dado la dirección, pero allí no había rastro de nadie.

Entré en recepción mientras Míriam se quedaba en doble fila en la calle y pude ver a Dama sentada en uno de los sofás del hall.

- Laura - susurré al verla. Ella se levantó, andó hacia mi y nos fundimos en un abrazo el cual me fue inevitable no llorar - ¿como esta la rubia? - pregunté con miedo.

- Bien, están allí las demás con ella, yo quise esperaros aquí, ¿que tal el viaje? -

- Largo, muy largo - suspiré - llévame a verla, por favor -

Salimos del hotel y nos montamos en el coche de Míriam y con las indicaciones de Dama llegamos al hospital.
Aparcamos en zona azul y Míriam se quedó pagando mientras Dama y yo aceleramos el paso.

- Es la planta tres, habitación 756 - le dijo Laura a la gallega.

Entramos en el edificio y nos montamos en el ascensor. Necesitaba verla, y comprobar que estaba fuera de peligro.

Somewhere only we know✨ // warmiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora