Andrómeda ~ Wos

Veintidós.

15 de octubre de 2018, Barcelona, España

Cuando me despierto, lo primero que veo gracias a la tenue luz que entra por la ventana, es a Valentín dormir. Sonrío ampliamente, dichosa de poder disfrutar de esa imagen tan angelical nada más despertarme. Me estiro un poco en la cama para desperezarse y él se mueve un poco, abrazándome por la cintura. Me muerdo ligeramente el labio, sonriendo con ternura. No puedo creer que esté aquí, en España, conmigo, durmiendo en mi habitación, tumbado en mi cama... Todo es tan perfecto que parece surrealista.

Cojo el móvil, como hago de costumbre antes de levantarme de la cama, pues necesito cinco minutos para acabar de despejarme.

Durante la noche he recibido algunos mensajes de Lidia preguntándome si seguía enfadada y si íbamos a vernos antes de entrar en clase. Respondo rápidamente el mensaje, diciendo que sí nos vamos a ver antes de clase, como siempre.

Inexplicablemente, tengo muchísimas notificaciones en Instagram. Tengo cientos de solicitudes de nuevos seguidores y encuentro una que dice "@wos.ds3 te ha mencionado en su historia", así que todo tiene sentido entonces. Pulso encima e inmediatamente mi pantalla se llena por una foto mía durmiendo, con la frase "Díganme si existe algo más adorable que Andro durmiendo".

Me muerdo el labio y lo miro mientras duerme. Sonrío un poco y le saco una foto durmiendo también, compartiéndola en mi historia con la frase "Sí, existe algo más adorable" y etiquetándolo.

Cuando al fin me dispongo a levantarme de la cama para empezar a prepararme, su brazo se cierra alrededor de mi cintura, haciéndome volver a la cama y juntándome a su pecho.

—¿Pensas irte sin decirme nada? —dice con la voz ronca y los ojos cerrados.

Sonrío ligeramente y acaricio su pelo.

—Iba a darte un beso antes de irme.

—Ajá. —me abraza más fuerte— Estoy teniendo una idea.

—Sorpréndeme. —me río.

—¿Por qué no rateas?

—Lo siento, solo hablo español. —me río— No te he entendido nada.

—Digo que podrías quedarte acá conmigo en la cama en vez de ir a la uni.

—Eres una mala influencia. —me escurro entre sus brazos para salir de su abrazo y me levanto de la cama.

—Voy a llorar. —hace un puchero adorable con el labio.

Me río y me agacho para besar su labio.

Me visto a oscuras para no desvelarlo. Tardo pocos minutos porque no quiero molestarlo, prefiero que siga durmiendo. Cuando cojo el bolso y todo lo necesario, vuelvo junto a la cama y me siento a un lado.

—Valen. —susurro, acariciando su pelo.

—¿Mh? —inquiere con los ojos cerrados, quizá más dormido que despierto.

—Te quedas solo en casa. Hay comida en la cocina si quieres desayunar. Te he dejado dinero y un juego de llaves junto a la maleta por si quisieras salir, pero por favor, no te pierdas. —me río ligeramente.

—Me la pasaré durmiendo, no te preocupes. —bosteza, haciéndome reír ligeramente.

—Vale.