Compañeros de delitos

Capítulo 29 - Parque de atracciones

N/A: Ayer wattpad me borró tres veces el capítulo, esperemos que hoy lo deje <3

Canción en multimedia: I'll be good [James Young]

Capítulo veintinueve: Parque de atracciones

 Sábado, 17 de noviembre

Danielle Ilsen:

—Dani, acelera que no llegamos —se queja Tim.

Son casi las nueve de la mañana y todavía nos faltan diez kilómetros para llegar a la zona de aparcamiento del parque. Deberíamos de haber llegado aquí media hora antes, pero alguien o, más bien, dos revoltosos niños, han decidido que no querían madrugar tanto. Así que, después de despertarles y mientras yo me preparaba, ellos han caído dormidos de nuevo. Hemos salido mucho más tarde de lo que esperaba y, ahora, ellos se quejan por no estar a la hora cuando ha sido su culpa en primer lugar.

—El límite es ochenta y ya voy a noventa —me quejo de vuelta.

—Pues vete más rápido.

¿De verdad he creído, aunque fuera por un momento, que a Tim le importaría en algo respetar la velocidad de la vía? En lugar de rechistar, subo el volumen de la música para, con ello, mandarle callar.

Aun así, su voz hace eco en mi cabeza cada minuto.

"Tienes que ir más rápido"

"Vamos tarde"

"Danieeeeeeellleee"

Subo la música o empiezo a tararear cada vez que Tim habla hasta que, por fin, llegamos y tengo suerte a la hora de encontrar sitio para aparcar. Mantengo las puertas bloqueadas en lo que busco todo lo que necesito sólo porque no me fio de darles libertad a mis hermanos ahora que el parque está tan cerca y ellos tan entusiasmados.

—Arthur, ¿tu inhalador? —pregunto.

Él lo saca del bolsillo pequeño de su mochila antes de volver a guardarlo. Yo tengo otro por si acaso en mi bolso, junto a una botella de agua y un par de barritas. He metido lo mismo en las bolsas de mis hermanos, junto a chubasqueros finos que compré por internet para un festival al que fui y algo de dinero por si quieren comprar alguna cosa. Saco las entradas de mi bolso, revisando que todo esté en orden.

—Dani, vamos tarde —vuelve a decir Tim.

—¿Y de quién es la culpa? —lanzo de vuelta.

Saco el móvil porque, en el coche, no he sido capaz de agarrarlo y lo último que le he escrito a Jayden ha sido un mensaje antes de salir de casa diciendo que salía a esa hora y que llegaría algo tarde. Claro que también le había advertido antes para que él tampoco tuviera que esperar antes en el parque, aunque no sé si me habrá hecho caso o si habrá ido cuando ha querido. Mi conversación con él no tiene más, no hay respuestas. El último mensaje es el mío y lo dejó en leído.