CON LAS GANAS | CACHÉ

Capítulo 8: Brasil y ¿un pug? Parte 2

POV CALLE

¿Lista para Brasil señorita Calle? -escuché su voz justo detrás de mi.

-Lista -respondí volteando para encontrarme con ella.

-¿Es mi impresión o estaba a punto de abandonarme? -volvió a preguntar mientras se retiraba los lentes de sol oscuros que traia puestos, los cuales por cierto iban muy bien con ese outfit tan casual por el que había optado.

Hoy estaba usando un par jeans color blanco rasgado en las rodillas, con un buso del mismo color que dejaba descubierta una pequeña parte de su estómago y tenis blancos, traía el cabello suelto y usaba un labial rojo que hacía lucir aun mas voluptuosos su labios.

Hoy lucía diferente, pero un diferente lindo. Se veia mas relajada y mas hermosa.

-Daniela?

-Si?

-¿Qué si pensaba abandonarme? Está un poco distraída hoy.

-Disculpe señorita Garzón, y pues la verdad pensé que no llegaría.

-Jamás soy irresponsable con mi trabajo señorita Calle. Es verdad que vengo un poco tarde, pero es por esto -dijo extendiendome con su mano una bolsa de papel.

-Como todos los días es usted quien me lleva el desayuno, hoy decidí traerle yo el suyo. Y si es que ya desayunó puede comerlo como snack luego.

-No debió haberse molestado señorita Garzón, ese es mi trabajo.

-No es nada Daniela. ¿Vamos?

Nos dirigimos hacia la puerta para vuelos privados, el trámite fue muy rápido. Nos sellaron los pasaportes y enseguida nos direccionaron hasta la puerta de ingreso al avión.

El jet privado que habiamos abordado era de en sueños. En todos los viajes hice con papá, jamas me subí a un jet así. Literalmente parecia sacado de pelicula, su interior era de lujo e incluso había personal para cualquier necesidad nuestra.

-¿Así es viajar con una empresaria de la talla Garzón? Podría acostumbrarme a esto. -bromee mientras abrochaba mi cinturón de seguridad.

-Debería. -respondió a mi comentario.

¿Debería? ?Acaso planeaba llevarme a mas viajes con ella? No respondi nada, la tripulación anunció que el avión estaba a punto de despegar asi que solo me acomodé en mi asiento en silencio.

Había viajado tantas veces en mi vida, que para este punto no sabría decir el numero exacto, pero la sensación siempre era la misma a la hora de despegar y aterrizar. Pánico y ansiedad.
El avión empezó a moverse y toda esa sensación salió a flote, mis manos empezaron a sudar y sentí una fuerte presión como si me faltara el aire. Traté de permanecer o al menos parecer tranquila, pero se me hacía casi imposible. Entre mas aceleraba el avión, mas se apoderaba de mí el pánico.

Normalmente viajo con mi papá o amigos y ellos me suelen ayudar, pero esta vez no tenía a nadie asi que solo cerré los ojos con la esperanza de que pasara pronto. De repente en medio de todo ese caos que había en mi, sentí una leve presión sobre mi mano izquierda, abrí lentamente los ojos y vi la mano de María José sobre la mía.

-Tranquila, trate de respirar profundo. En unos pocos segundos estaremos en el aire y el pánico se irá.

Levanté la mirada, mis ojos se encontraron con los de ella y de repente experimenté algo muy extraño e inesperado, su mirada en ese momento me transmitía tanta seguridad y a la vez tranquilidad que logré respirar un poco mejor.