𝕊𝕦𝕞𝕞𝕖𝕣 𝕍𝕒𝕔𝕒𝕥𝕚𝕠𝕟𝕤~ 夏休み 𝕃𝕖𝕖 𝔽𝕖́𝕝𝕚𝕩 [𝕊𝕂ℤ]

夏休み (12)

—Déjame ver si entendí— hice una pausa —¿Tsuru es la chica que estaba con tres chicos en aquella pizzería, y que estaba de encimosa con un chico de cabello naranja?— hice una mueca.

—Así es mi querida Madison— hizo una mueca.

—Ya veo...— la miré de reojo, ya que nos encontrábamos en una tienda viendo que encontrábamos para comprar —¿y quién de ellos fue tu novio?

—Sin dudas el pelirrojo no porque jamás lo había visto— tomó una revista y la empezó a hojear —es uno de cabello completamente negro, ojos pequeños, iba vestido con una camisa blanca y un pantalón de mezclilla azul— dejó la revista y me miró —¿quién es Félix?

La miré mientras tomaba un chocolate de aquella repisa —ah— dije —un chico, para ser exactos el chico pelirrojo que dijiste.

—¿Es novio de Tsuru no?— se acercó a mí y tomó el mismo chocolate que yo.

—No sé— suspiré —se supone que yo debería de saber— me encogí de hombros.

—¿Por qué?— se me quedó viendo fijamente esperando respuesta.

—Pues... se supone que él es mi...— ella me interrumpió gritando.

—¡¿Es tu novio?!— alzó la voz.

Negué rápidamente con las manos y cabeza —nooooo, nada de eso— reí levemente —él y yo somos mejores amigos desde que yo tenía seis años.

—¿De verdad?— estaba aún sorprendida.

Asentí mientras caminábamos a la caja para pagar, Sen compró una bolsa de papas, un chocolate y unos audífonos nuevos. Mientras que yo solo un chocolate y una revista nueva.

—¿Y qué sucedió entre ustedes? ¿Ya no se hablan o qué?— pagó y ahora era mi turno.

Pagué y la miré —ya no es lo mismo...— susurré algo decaída y salimos de ahí con las bolsas en nuestras manos.

—Espero que pronto todo se arregle amiga— me miró con una pequeña sonrisa muy cálida.

—Gracias Sen— sonreí agradecida —debo de ir a casa.

—Igual yo, por lo que me contó Alba tú vives en el mismo sitio que Kenta— se montó en su bici —y si es verdad, me queda al otro lado— rió levemente.

—La verdad no se donde sea eso, pero jamás lo he visto por ahí— me encogí de hombros e igual me subí a mi bici.

—Bueno, luego nos mensajeamos— me saludó con la mano.

—Si— sonreí y ella pedaleó para irse por la carretera, y yo hice lo mismo pero para el lado contrario.