夏休み (27)

3.5K 304 97
                                    

Las vacaciones se acaban.

Fue lo único que pude escuchar decir a mi madre a la madre de Félix en la cocina esa mañana.

Estaba un poco triste por escucharla decir aquello, ya sabía a que se refería.
Félix y su madre tendrían que irse, la señora Lee tiene trabajo en Australia y evidentemente el pelirrojo también tenía una escuela allá.

—Hola— posó un mano sobre mi hombro haciéndome girar a verlo asustada porque escuchaba aquella conversación a escondidas.

Sonreí leve —buenos días.

Félix sonrió de la misma manera que yo y se acercó para robarme un beso rápido.
No dije nada al respecto, él tampoco, solo se separó y se fue en dirección a la cocina.

Suspiré y me giré para seguirlo también.

—¡Buenos días!— dijo el pelirrojo cuando entró a la cocina con una sonrisa de oreja a oreja.

Su mamá cambió su expresión a una sonrisa falsa y mi mamá se giró hacia el lavabo para fingir que lavaba trastes.

—Hola hijo.

Yo entré de manera silenciosa, me acerqué a la alacena y saqué dos tazones, le di uno a Félix y él me lo agradeció.

[...]

—¿Tienes que ir al trabajo hoy?

Negué aún viendo mi tazón de cereal.

—¿Tienes planes para esta tarde?

Negué de la misma manera.

—¿Te ocurre algo Maddie?

Negué igual que antes, pero esta vez Félix me tomó de la mano por encima de la mesa haciéndome alzar mi vista.

—Dime que sucede— se veía preocupado.

Sonreí —no ocurre nada— me solté de su agarre y tomé mis cosas para irme a la cocina.

Dejé el tazón cerca del lavabo y me recargué por unos segundos para quedarme en completo silencio.

Hasta que sentí su presencia en la puerta, me giré y así era, Félix me miraba desde el marco, tratando de averiguar con su mirada que carajos ocurría conmigo.

—No tengo nada Lix.

Negó —tienes algo y lo sé— frunció el ceño mientras se acercaba a mí —te conozco Madison, te pasa algo.

Suspiré —creo que tomaré el turno de hoy mejor— iba a pasar junto a él, pero me detuvo tomándome del brazo.

—¿Es porque nos quedan pocas vacaciones?— dijo de manera firme.

Lo miré atentamente. Su mirada estaba en mi como sino hubiera nada más alrededor.
Traté de negar ante su comentario, pero simplemente no pude hacerlo, había dado al blanco.

Sin nada que decir, lo abracé tan fuerte que sentí que casi lo tiraba. Acurruqué mi cabeza sobre su hombro y él besó mi cabeza de una manera suave.

—No te preocupes, no eres la única que está sufriendo— me separó un poco de él para verme al rostro —pero ánimo, nos queda una semana más.

Negué apunto de llorar —no quiero una estúpida semana, quiero un año— hice una pausa —no, no quiero un año. Quisiera no tener que preocuparme por despedirme de ti.

Él no supo que decir, así que me abrazó otra vez para depositar pequeños besos sobre mi cabeza —te quiero Madds.

Escondí mi rostro en su torso cuando sentí que mis lágrimas comenzaban a escaparse de mis ojos.
Me aferré más a su camisa y ahora no podía parar de llorar.

—¿Maddie?

Me separé de Félix al escuchar la voz de Ruby. El pelirrojo y yo la miramos algo avergonzados, pero ella simplemente comprendió y sonrió un poco.

—Alba y Jared están en la puerta buscándolos— dijo aún sonriendo.

Asentí mientras me limpiaba las lágrimas con las palmas de mis manos.
Ruby se fue y me quedé otra vez con el pelirrojo.

—Vamos— le dije cuando tomé su mano y las entrelacé haciéndolo sonreír levemente.

[...]

Caminábamos por los pasillos de la plaza central.
Pensábamos que tal vez tendríamos un poco de tiempo para pasar juntos otra vez.

No nos habíamos visto después de tanto tiempo, y también quedamos de vernos con los demás chicos, con Kenta y los demás.

Esperamos en unas bancas cerca de una zona de adopción de animales.

Alba y Jared discutían como siempre, trataban de descubrir que era mejor, la naranja o la mandarina. Era tontos, pero siempre tenían una excusa para pelear.

—¿Sigues pensando en eso?— me susurró Félix mientras tomaba mi mano y la comenzaba a acariciar.

Suspiré y negué —no, lo había olvidado hasta ahora— reí levemente.

Él rió igual y se acercó a mi rostro para depositar un beso en mi mejilla —hay que divertirnos mientras podamos.

Asentí —lo sé— puse mis manos en sus mejillas —al menos hasta las próximas vacaciones.

Félix asintió arrugando un poco su nariz. Me había dado tanta ternura que decidí besar la punta de su nariz para después bajar mis labios hasta los suyos, formando así un beso largo y lento.

Nos separamos después de unos segundos para solo mirarnos con una sonrisa, como si estuviéramos diciéndonos cuanto nos queríamos con una simple mirada boba.

—¿Están saliendo?— habló Alba interrumpiendo.

Ambos la miramos y notamos las mirada de ambos chicos de asombro.
Félix y yo asentimos con una pequeña risa.

—¿Desde cuando? ¿Y por qué no nos contaron nada, bola de idiotas?— dijo ahora Jared un tanto ofendido.

—Apenas comenzamos a salir ayer en la noche, no le hemos dicho a nadie, ni a su familia ni a la mía— habló el pelirrojo mientras pasaba su brazo por mis hombros.

Suspiré y recosté mi cabeza sobre su hombro para después cerrar mis ojos.
Todos se habían quedado en silencio, aún no había rastro de los chicos y comenzaba a aburrirme de esta salida que se supone que era para divertirnos un poco.

[...]

—Entonces le dijimos que sería mejor cursar un grado en donde le enseñaran con detenimiento el idioma— dijo Sen explicando en porque Kenta estaba en un año más abajo al que debería.

Kenta solo asintió tomando otro trozo de pizza —el pelirrojo no habla mucho ¿cierto?

Miré a Félix quien estaba distraído en su celular, volví a ver a Kenta —no habla japonés.

Los demás hicieron una O con sus bocas, olvidaron que él era australiano.

—Lastima, no sé Inglés— rió Yogi.

Todos los demás reímos haciendo que Félix levantara la vista de su celular y me mirara con una expresión de confusión.

Negué aún riendo y acaricié su cabello para darle a entender que no importaba de lo que se estaban riendo, no comprendería hasta que le explicara todo desde cero.

[...]

No fue una salida muy larga.
Tenían que regresar a casa temprano por asuntos personales.

Así que decidimos volver a la misma hora que ellos.
Tomamos un autobús para ir más tranquilos que volver caminando.

Cuando llegamos a la casa, pasamos un rato más en mi habitación hablando sobre recuerdos que mi anterior escuela en Australia.

Sobre mis anteriores amigas y amigos, sobre Christopher en especial, era un buen amigo que teníamos en común. Aunque era de cursos mayores, aún así nos llevábamos tan bien que ni un solo receso nos despegabamos.

Era cierto, extrañaba tanto Australia que prefería disiparlo con pensar en la belleza que era Japón.

𝕊𝕦𝕞𝕞𝕖𝕣 𝕍𝕒𝕔𝕒𝕥𝕚𝕠𝕟𝕤~ 夏休み 𝕃𝕖𝕖 𝔽𝕖́𝕝𝕚𝕩 [𝕊𝕂ℤ] Kde žijí příběhy. Začni objevovat