夏休み (24)

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Tomé mi celular justo después de levantarme de mi cama al siguiente día.
Vi todos los mensajes que tenía pendientes y entré a las redes sociales.

Félix me había dicho que agregara a sus amigos en todas las redes y en especial en Instagram, claro que lo hice porque prometí llevarme bien con ellos o por lo menos intentarlo.

Lo primero que me apareció fue otra vez la misma foto de Tsuru junto a Félix en una heladería.
Sigo preguntándome ¿de cuándo es esa tonta foto?

La descripción decía: "A pesar de que tiene noviecita, siempre prefiere estar conmigo"

Por eso fue que me molesté hace días con Félix y le dije que su amiguita era una mentirosa, y una idiota por poner esas cosas cuando ella muy bien sabe que Félix y yo solo somos amigos.

—¿Vas a desayunar o qué?— dijo Félix por detrás de la puerta.

—Voy— dije seria mientras me salía de la app y bloqueaba el celular.

[...]

—¿Te dieron el día nada más porque sí?— caminábamos hacia el cine más cercano.

Asentí sin decir nada.

En realidad era mentira. Pedí el día de hoy, viernes, para poder pasar tiempo con Félix, ya que mañana sería la fiesta de Soobin y el pelirrojo insistía en que no iría.

—Que bueno ¿se celebra algo acaso?— me miró de reojo.

Solté un suspiro y también me dediqué a verlo sin parar nuestro paso —¿no quieres pasar tiempo conmigo? ¿por qué sigues preguntando tanto?— solté una risa corta.

Félix negó algo sonrojado y no dijo nada en un buen rato.

Ya estábamos cerca, apuntó de cruzar la entrada cuando él volvió a hablar.

—En realidad estoy emocionado de pasar un día contigo, no es que no quiera hacerlo— hizo una pausa mientras sacaba su cartera —solo que la emoción me gana y no puedo dejar de hablar.

Sonreí ampliamente.
Saqué dinero de la funda de mi celular, pero Félix puso su billete antes que yo, compró los boletos y yo compraría entonces las palomitas.

[...]

La película era tan mala que no me sorprendía que estuviera casi vacía la sala.
Miré de reojo a Félix y se veía concentrado en la pantalla gigante que había frente nosotros.

Bostecé un poco mientras giraba a ver en que iba la película.

—No entiendo nada— susurró.

Había olvidado el detalle de que la película estaba en japonés y para ser sincera no entendía aún muy bien el idioma.

Giré a verlo y solté una risa leve —yo tampoco— dije con vergüenza de no pensar en los subtítulos o algo parecido.

—¿Maddie?

Lo miré asintiendo con la cabeza para que continuara.

Tragó saliva un poco y negó con la cabeza. Volvió a ver la pantalla y guardó silencio.

Le tomé la mano más cercana a mí y él me miró con asombro —¿qué sucede?— susurré casi inaudible.

Noté; con la poca luz que transmitía la pantalla, que Félix había posado sus ojos en mis labios.
Me puso nerviosa y mis mejillas estaba calientes, estaba muy sonrojada en ese instante.

—¿Fé-Félix?

Solté su mano lentamente al ver como él se acercaba a mí.
Tenía la opción de bajar el portavasos que habíamos quitado entre nosotros para una mejor comodidad.

Pero era tarde, yo no respondía, mi cuerpo estaba totalmente quieto. Parecía congelada.

Entonces sentí los suaves labios de Félix tocar levemente los míos, no era mucho en realidad, solo un pequeño rose.

Cuando cerré los ojos para sentir como se movían, no funcionó, porque seguían rosandose sin más.

Abrí mis ojos y vi a Félix con los ojos cerrados, con una expresión de confusión, no sabía que hacer en ese momento.

Nuestros labios seguían rosandose y me tentaba el juntarlos en ese instante, pero no lo hice.

Me separé y me levanté.
Salí de la sala del cine.

[...]

—Llegaste temprano— dijo Ruby viendo la televisión.

Entonces salió Hiro de la cocina y me saludó —hola Maddie— lo había dicho en japonés.

Saludé de la misma manera y me iba a ir a mi habitación, pero mi hermana habló.

—¿Dónde está Félix?— yo no la miré, solo me encogí de hombros y seguí mi camino.

[...]

Estaba dormida. Eran como las cinco de la tarde cuando me levanté por un ruido que provenía del pasillo.

Me levanté y lo primero que miré fue que había flores regadas en mi piso.
Me acerqué a mi cancel y lo cerré, el aire había hecho que el árbol de afuera soltara todas esas flores.

Caminé hacia mi puerta aún escuchando ruidos y pasos.
Abrí la puerta y me topé con el pelirrojo caminando de un lado al otro en el pasillo de afuera de mi cuarto.

—¿Qué haces?— dije de manera burlona.

Él se detuvo y me miró. Se acercó rápido y me miró con una expresión de tristeza —Madison discúlpame por favor, no fue mi intención hacer lo que hice en el cine, yo solo-

—No importa Félix. Está bien— dije no tan segura, pero eso lo había tranquilizado un poco.

El pelirrojo se llevó una mano al corazón y dijo soltando un suspiro —como no salías pensé que estabas muy molesta, te fuiste sin decirme nada y yo había olvidado el camino devuelta a casa— decía tan preocupado.

—¡Lo olvidé! Lo siento, no pensé en que no conoces Tokio, perdóname— eso si me había hecho sentir pésima.

Negó —me encontré con tus amigos en el camino y me ayudaron a regresar— hizo una pausa —que buenas personas son— susurró.

Asentí con una pequeña sonrisa.

—¿Bajarás a cenar?— se rascaba la nuca algo nervioso.

Asentí sin decir nada otra vez.

—Bien, nos vemos después— se giró hacia las escaleras.

Yo lo miré hasta que desapareció de mi vista.
¿Era idiota acaso? ¿por qué que me puse así en el cine? ¿por qué esperaba que de verdad me besara? Me estaba volviendo loca.

𝕊𝕦𝕞𝕞𝕖𝕣 𝕍𝕒𝕔𝕒𝕥𝕚𝕠𝕟𝕤~ 夏休み 𝕃𝕖𝕖 𝔽𝕖́𝕝𝕚𝕩 [𝕊𝕂ℤ] Where stories live. Discover now