Narrador externo
Normalmente los dioses no interactuaban con los humanos, se mantenían al margen para observar sus vidas mortales y a diferencia de la mayoría de dioses Demeter respetaba esa regla no escrita al pie de la letra. Ella se encargaba de las cosechas y de mantener la tierra fértil para evitar la extinción de la nueva raza creada por Zeus.
Seres muy inferiores a ellos, no eran más que moscas comparados con las divinidades del Olimpo, pero sin duda quien más resaltaba entre los dioses era Persèfone, el fruto de la unión entre Demeter y Zeus, y sin duda la hija preferida de su madre.
Al igual que el resto de diosas Persèfone era increíblemente bella y atractiva pero algo la hacía resaltar entre el resto y eso llamaba la atención.
Pasaba los días corriendo por el bosque, dejando que su largo cabello pelirrojo brisase con el sol.
Siempre iba acompañada por ninfas, quienes la cuidaban y protegían a todas horas, pero un día Persèfone se alejó demasiado perdiéndose en la inmensidad de los árboles y plantas que la rodeaban para poder ver más de cerca una flor que llamó mucho su atención, y así fue como todo empezó.
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Ya se que ha sido muy corto pero he querido hacer una pequeña introducción antes de empezar, el siguiente capítulo tendrá mucho más contenido y en él empezará lo interesante.
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Hades Y Perséfone
פנטזיהPersefone diosa de las estaciones es secuestrada por Hades. Ambos son muy distintos, él frío y distante, ella ingenua e inocente, pero cuanto más tiempo pasa en el inframundo junto al misterioso dios más emociones empieza a sentir.
