Hades Y Perséfone

AGUA

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Persèfone

La forma en la que funcionaba el inframundo era curiosa, los rayos del sol no llegaban pero la humedad de la lluvia sí. Pequeñas gotas de agua empezaban a caer por las paredes a un ritmo lento haciendo que la temperatura de la sala del trono disminuyera, a pesar de eso mi cuerpo se calentaba más a medida que Hades acercaba sus labios a los míos. La tentación era grande y estaba tan cerca que casi podía imaginarme con todo detalle el beso.

No mentiré, tenerle a una distancia tan corta mientras sentía su increíble cuerpo rogando por el mío llevaba a mi mente a un lugar sucio y oscuro. Por un momento me pregunté que pasaría si me olvidaba del resto del mundo y simplemente caía otra vez en los brazos de Hades, pero luego recordé las veces que ya había pasado eso y me di cuenta de que esa no era la forma de arreglar las cosas.

- Si no te decides ya lo haré yo por ti - Hades comenzó a deslizar su mano lentamente por mi vestido para levantarlo. Sentí su mano en mi muslo izquierdo e intenté apartar la mirada de nuevo pero Hades no me lo permitió.

Con leve giro de muñeca hice temblar el suelo para distraer al dios mientras me liberaba de su agarre. Él me miró y sonrió sarcásticamente.

- Adelante Persèfone.

Sabía a lo que se refería, esperaba que retirara lo que acababa de decir minutos atrás pero no estaba dispuesta a hacerlo. Mi voz era escuchada por primera vez en mucho tiempo y por esa razón cada palabra que decía iba en serio. Ahora que por fin podía decir libremente lo que sentía no iba a retirarlo por la petición de un dios.

- ¿ Por qué estás empeñado en seguir solo ? ¿ Tan difícil es para ti aceptar que alguien es capaz de amarte ?

Sonrió de nuevo pero esta vez de forma triste, ya no quedaba ironía en su voz.

- No sabes lo que dices.

- Por favor Hades acaba con esto - mi voz empezó a romperse - yo te amo, no voy a retirarlo porque es cierto - las primeras lágrimas aparecieron deslizándose nuevamente por mi rostro. - Si quieres que me marche solo dime la verdad, dime que fui un juego y me iré. No volverás a verme y podrás seguir con tu vida sin recordar si quiera mi nombre.

Las gotas de agua que llegaban desde la superficie empezaron a formar charcos de agua en el suelo. Era algo que nunca pensé que sería posible, el agua se extendía muy rápido a medida que Hades se acercaba de nuevo a mí. Cuando se detuvo lo comprendí, el inframundo era su reino y obedecía sus órdenes hasta el punto de que sus emociones se manifestaban en sus dominios.

- Si te quedas aquí te corromperè.

- ¿ Esa es la razón? Después de todo por lo que hemos pasado, ¿ te preocupa corromperme ?

- El primer día que pasaste aquí tus ojos eran completamente verdes, ahora se están oscureciendo.

Sonreí por la impotencia.

- Querías a la diosa buena y pura que asentía y sonreía - susurrè.

El agua volvió a expandirse hasta llegar a la altura de mi vestido que comenzaba a mojarse. Las paredes agrietadas se volvieron incluso más oscuras debido a la humedad y algunos pequeños objetos que Hades había roto flotaban a escasos centímetros del suelo incluidos los trozos del espejo.

- Sí - la respuesta de Hades dolió.

- Y ahora que no soy así ya no te sirvo. - Volví a susurrar.

El nivel del agua volvió a subir pero esta vez mucho más hasta llegar mis rodillas.

- No se trata de eso - Hades no parecía preocupado por si alrededor.

- ¡¿ Entonces qué Hades ?! ¡¿ Jugar conmigo no te parecía suficiente?!

- Tranquilizate Persèfone.

- Hace unos minutos eras tú quien necesitaba tranquilizarse. Llevo toda mi vida comportándome como madre quería por miedo a decepcionarla. Quería poder ser yo misma y explorar cada faceta de mi ser y cuando por fin encuentro a alguien a quien realmente amo en realidad solo quería a la versión de mí que vive para complacer al resto. Solo me usaste.

- Deja de decir eso.

- ¿ Hay algo que estés dispuesto a aceptar? No puedo decir que te amo y tampoco la verdad sobre tus intenciones. Me gusta este lugar y tú te esfuerzas en obligarme a irme.

- Yo nunca quise hacerte daño.

- ¿ Corromperme ? Necesitas excusas mejores.

- Condenaste a un hombre, separaste a dos enamorados y ahora estás a punto de inundar el mundo que tanto dices que amas.

Me concentré en mi respiración, la situación estaba fuera de control. Tres minutos atrás estaba llorando y ahora solo quería destrozarlo todo. Hades era capaz de llevarme a todos los extremos posibles sin esforzarse lo más mínimo.

Miré a mi alrededor sin comprender nada, el agua avanzaba por segundos y seguía pensando que era cosa del dios.

- Es tu reino, él te obedece a ti.

- Este lugar te quiere tanto como a mí. Tus emociones afectan a todo lo que te rodea.

En ese instante lo comprendí, las gotas de agua se acumularon cuando me sentí mal y a medida que mis sentimientos se volvían más fuertes el nivel del agua aumentaba.

- ¿ Me quiere a mí ? - Pregunté confusa.

- Existe una conexión inexplicable entre la naturaleza y los dioses. Eres hija de Zeus, el señor de los dioses y también de Demeter, diosa de la agricultura, tu poder está muy ligado a la tierra y tu personalidad resulta atrayente para cualquiera. El inframundo es capaz de sentir a pesar de no estar vivo y tú has llamado su atención.

- Yo...- tartamudee sin saber que responder a eso.

- Alguien como tú no debería estar ligada a un lugar como este. Eres la personificación de la bondad y eso está cambiando. No puedo permitir que tu forma de ser se vuelva oscura, no de esta manera.

De nuevo su coraza ante el mundo.

- No me sirve. Disfrutaste cuando viste mi lado oscuro, no bastará con esa excusa.

- Eres increíblemente terca.

- Dame una razón, dime la verdad, solo fui un juego.

- Sigues sin saber lo que dices.

- Se perfectamente lo que digo.

La paciencia de Hades estaba llegando al límite pero no me di cuenta hasta que se hizo increíblemente notorio.

- Quieres saber la verdad - Su mirada se volvió oscura y empezó a avanzar amenazante hasta mí, el agua no parecía ningún impedimento.

- Sì - respondí con un nudo en la garganta.

- Quiero que te marches ahora que puedo soportarlo, dentro de dos días tal vez no sea capaz de ver cono te vas. Si dices que me amas estarás sentenciándonos a ambos a necesitarnos, si lo retiras y rectificas tendrás una oportunidad para irte y volver a tu mundo.

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Se supone que aquí es cuando digo algo sobre el capítulo pero no tengo ni idea de que va a pasar ahora o de cómo me tomo esto.

Lo único que puedo aseguraros es que después de esto por fin vamos a acabar con la

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