Hades Y Perséfone

¿ QUE QUIERES DE MÍ ?

( ESTO ES IMPORTANTE, os quiero preguntar si os gustaría que hiciera una mención especial por capitulo a mis seguidores porque ellos son los que siempre están pendientes de la historia. Ahora y son casi 2000 personas las que lee este mito de la mitología y quiero que todas ellas sepan que valoro mucho a mis seguidores pero vosotros decidís.  ) 

Perséfone 

No esperaba sentirme así, esperé mucho tiempo a ser libre pero ahora que mi deseo se había cumplido no estaba segura de querer aceptarlo. Extrañaba a madre pero era consciente de que volver a la superficie implicaría dejar atrás a la Perséfone valiente y poderosa que había descubierto que era capaz de ser. Hades me hizo daño pero también me enseñó a vivir. No cambiaría a mi madre por nada del mundo, ella decidió quererme aún cuando Zeus la dejó sola y sabía que yo era la persona a la que más quería en el mundo pero durante siglos me he limitado simplemente a existir y no he sido capaz de disfrutar del mundo. Mientras estaba presa la oscuridad se fue volviendo cada día menos intimidante hasta el punto de ser simplemente parte de la decoración del inframundo. El primer día que pasé encerrada nunca abría imaginado que llegaría a extrañar ese lugar y muchos menos que Hades sería capaz de influir en mi de la forma en la que lo hizo. Amarle era difícil y me causaba dudas pero después de ordenarme que me marchara al amanecer me quedó claro. Una de las sensaciones que provocaba el inframundo era una de las peores torturas, la soledad. 

La profundidad que reflejaban los ojos de Hades eran una consecuencia de haber pasado gran parte de su vida solo y yo solo parecía ser un forma de ralentizar la sensación de soledad que consume poco a poco a aquel que cae en sus garras. Cuando le vi por primera vez lo tuve claro pero a medida que me acercaba su mirada cambió, seguía siendo profunda y misteriosa pero se podía apreciar un ligero brillo. Creo que por eso cometí el error de creer que sería capaz de provocar en él lo mismo que yo sentía pero al parecer tan solo aspiraba a convertirme en un simple juego y eso dolía más que tener que irme. Pasé horas esperando a que cambiara de opinión pero no apareció y eso hizo que se formara un nudo en mi garganta, las ganas de llorar aumentaban a medida que el sol salía. 

Cuando llegó el momento de marcharme me miré en el espejo para recordar la imagen de lo que era capaz de ser. Mis ojos verdes estaban más oscuros y el color negro del vestido me quedaba bien pero seguía siendo la misma. MI poder era más fuerte y mis ganas de ser libre también. Viví durante años siendo considerada una diosa buena, bondadosa y vulnerable. Estaba orgullosa de esos atributos pero siempre creí que era capaz de ser algo más que eso. Amar la oscuridad no significaba renunciar a la luz pero si hacía que mi corazón perteneciera a ambos mundos. Durante mi estancia en el inframundo me di cuenta de que la compasión no siempre era la opción correcta, a veces era necesario sacar a la luz la ira porque así era mucho más fácil ser respetada. La mayoría de dioses me trataban como a una niña pequeña porque no me creían capaz de protegerme del mundo real pero ya estaba lista para eso. Madre no me permitiría nunca tener que afrontar el peligro yo sola por eso volver a sentirme inútil y débil me iba a costar tanto. 

La luz natural no llegaba a la habitación por ello las antorchas aumentaban la intensidad del fuego a medida que amanecía, llegó la hora de ser libre y por absurdo que suene no estaba segura de poder llamar libertad a mi vida de la superficie pero tenía ganas de ver a madre y de volver al bosque. Las lagrimas empezaron a salir en el mismo instante en el mi mano agarró el pomo de la puerta, respiré hondo y salí aún llorando. Conocía el camino de vuelta a casa pero no me apresuré, mis pasos eran lentos y avanzaba despacio. En cuestión de minutos la luz real era visible, quería disfrutar de la transición de un mundo a otro pero una figura masculina me lo impidió. Se situó frente la salida y se acercó rápidamente hasta mí. Sin duda se trataba de Hades, su cuerpo fuerte y definido estaba muy cerca del mío. ¿ A caso quería asegurase él mismo de que me marchara ? ¿ Tan desesperado estaba por perderme de vista ? 

Tenerle a una distancia tan corta solo haría más difícil y doloroso tener que irme. Esperaba que me mirara de forma intimidante y segura pero fue totalmente lo contrario. Su mirada era suplicante y su sonrisa no era de superioridad si no más bien sarcástica como si esa situación fuera igual de complicada para ambos.  Ya había jugado conmigo, ya le había dado lo que él quería, ya me había roto el corazón. ¿ Qué más podía hacerme ? Pasé mucho tiempo a su lado y nunca me miró de esa forma. Pasaba algo, ¿ recuerdas cunado dije que era capaz de descifrar algunas miradas de animales ? Hades actuaba de forma similar, los animales siguen sus instintos y Hades también lo hacía, la única diferencia era que los animales lo hacían para sobrevivir y Hades solo por diversión pero no parecía estar divirtiéndose en aquel momento. 

Estaba a punto de preguntar pero entonces agarró mi cintura y me besó. El dolor seguía estando presente en mi corazón pero ya no me importaba. Decidí olvidarme aunque solo fuera durante unos cuantos segundos. El beso fue la combinación perfecta entre pasión y delicadeza. No intentaba saciar su deseo por placer, movía la lengua de forma increíble y los labios a un ritmo calmado pero no del todo lento. 

-  Quédate conmigo - eso fue lo único que dijo cuando nos separamos por falta de aire, el segía teniendo su barzo alrededor de mi cintura y se sentía muy bien. Esas dos palabras consigueron devolverme l esperanza. No sabía por qué razón quería que m equedara pero me dejó claro que realmente lo deseaba, yo quería quedarme más tiempo, quería segir sineto eso por él y por eso acepté. 

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Quería que tuvierais ambos puntos de vista de esta parte. Los dos sienten o mismo pero a partir de este punto lo demostrarán de formas muy distuntas. Si yo fuera Perséfona me hubiera pensado mejor lo de quedarme en el inframundo pero allá ella. 

Seguid disfrutando de la historia, por cierto proxima actualiación mañana. 

Besos dulces de parte de Candy.