#4
«Soy Laila Scamander Black»
Después de rescatar una antigua piedra, luchar contra un Basilisco y volver en el tiempo, Laila Scamander pensó que su cuarto año sería un nuevo comienzo. Con las dudas de su origen resuelto dirías que podría tener cie...
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Salte de nuevo en el charco de agua una vez más, mojándome por completa las botas de goma amarillas, Presidente Besos siendo la reina del Drama que es se quedó dentro con todos los demás, mientras yo jugaba en la lluvia con mis bowtruckles, Castiel y James a quienes no había traído a los mundiales de Quidditch, por más duro que fue alejarme de ellos, traerlos a los mundiales por lo lleno y caótico que fue se hubieran perdido, sin embargo no estaba completamente sola.
—¿Por que estamos aquí? Te vas a enfermar Anwyl—alcé la mirada y vi a Morgana quien estaba sentada en una muralla de madera de un corral, sin embargo estaba completamente seca.
—¿Por que no estás mojada?—pregunté saltando de nuevo en el charco y rozando mi pie con él, salpicando agua.
—Estoy en tu cabeza, Anwyl.
—¿Como eran tus sueños?—pregunté deteniéndome—. ¿Tenías ya sabes...visiones del futuro?
—¿Tengo cara de Adivina?—ella se rió pero yo la vi sin reírme.
—Vamos, M, esto es enserio, a Harry le duele la cicatriz, yo sueño con el asesino de mi madre y luego llegan unos mortifagos y aparecen la marca tenebrosa en el cielo—enliste las cosas—. ¿Hay algo de los poderes que no me has dicho? Legeremancia...
—Hey! Eso lo sácaste de familia, recuerda tu tía abuela.
—Mi metamorfomagia...—seguí.
—Tienes una prima Segunda que también es metamorfomaga—ella se encogió de hombros.
—¿Oh en serio? ¡Entonces quien demonios habla con los animales!?
—¿Tú abuelo?—ella trató, fruncí las cejas y ella dio un suspiró—. Anwyl es muy complicado por lo que estás pasando.
—Solo dime que lo que sueño, no se volverá real, ¿por favor?
—No te lo puedo asegurar—ella respondió con una triste sonrisa—. Antes de descubrir mi Magia, siempre tenía sueños, pesadillas, despertaba gritando. Las pesadillas se volvían reales, siempre, pero de algún modo u otro se solucionaban, solo me mostraban lo peor.
—Me está diciendo...¿que eso de Harry Potter el niño que vivió viene a morir es verdad?—trague el miedo en mi garganta.
—¡Por dios, Anwyl claro que no! Que hayas soñado eso no significa que tendrá que ser realidad. Como tú sueño de las iguanas.
—Ósea que dos iguanas, ¿una que toque el bajo y otra una flauta es tan posible como que Harry muera?—pregunte.
Ella asintió.
—Eso calma un poco—me encogí de hombros, saltando de nuevo.
—¡Hey!—escuche un grito bajo la lluvia, levante la mirada y vi a Charlie que estaba completamente mojado, su cabello pelirrojo ahora oscuro por la lluvia—. ¿Que haces? Te vas a enfermar.
