58: Mi secreto

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Tal vez haya maratón, así que en la tarde tal vez se publique otro capitulo

—Y de esa forma Crouch lo perdió todo justo cuando parecía que ya lo había alcanzado —continuó, limpiándose la boca con el dorso de la mano—.Había sido un héroe, preparado para convertirse en ministro de Magia; y un instante más tarde su hijo había muerto, su mujer también, el nombre de su familia estaba deshonrado y, según he escuchado después de sal ir de la cárcel, su popularidad había caído en picado. Cuando el chico murió, a la gente empezó a darle pena y se preguntaron por qué un chico de tan buena familia se había descarriado de aquella manera. La respuesta que encontraron fue que su padre nunca se había preocupado mucho por él. Y por eso el cargo lo consiguió Cornelius Fudge, y a Crouch lo relegaron al Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

Hubo un prolongado silencio. Recordé a Crouch completamente loco al encontrar en el bosque a su elfina doméstica, la noche de los Mundiales de quidditch. Aquél, pues, era el motivo por el que Crouch se había excedido de tal manera al encontrar a Winky bajo la Marca Tenebrosa. Le había recordado a su hijo, el antiguo escándalo y su caída en desgracia en el Ministerio.

—Moody dice que Crouch está obsesionado con atrapar magos tenebrosos—le dijo Harry a su padrino.

—Sí, he oído que se ha convertido en una especie de manía suya —repuso papá, asintiendo con la cabeza—. Seguramente piensa que todavía tiene esperanzas de recobrar su antigua popularidad si atrapa algún mortífago.

—¡Y se coló en Hogwarts para registrar el despacho de Snape! —exclamó Ron eufórico, mirando a Hermione.

—Sí, y eso no tiene ningún sentido —dijo Sirius

—¡Claro que lo tiene! —exclamó Ron emocionado. Pero él  negó con la cabeza.

—Mira, si Crouch quiere investigar a Snape, ¿por qué no va a las pruebas del Torneo? Sería una excusa ideal para hacer visitas regulares a Hogwarts y tenerlo vigilado.

—O sea, que crees que Snape se trae algo entre manos —dijo Harry, pero Hermione lo interrumpió:

—Me da igual lo que digáis. Dumbledore confía en Snape...

—Vamos, Hermione —dijo Ron impaciente—, ya sabemos que Dumbledore es muy inteligente y todo eso, pero siempre es posible que un mago tenebroso realmente listo lo pueda engañar.

—Entonces, ¿por qué Snape salvó a Harry la vida en primero,? ¿Porqué no lo dejó morir?—pregunté extrañada—. Digo, siempre ve a Harry con ganas de echarle un embrujo pero no se atrevería a hacerlo jamas.

—No lo sé. A lo mejor le daba miedo que Dumbledore lo pusiera de patitas en la calle.

—¿Qué piensas tú, Sirius? —preguntó Harry.

—Pienso que los dos tienen algo de razón —contestó Sirius, mirándolos pensativamente—. En cuanto supe que Snape daba clase aquí me pregunté por qué Dumbledore lo había contratado. Snape siempre ha sentido fascinación por las artes oscuras; ya en el colegio era famoso por ello. Era un pelota empalagoso de pelo grasiento —añadió,  haciéndome sonreír—. Cuando llegó al colegio conocía más maldiciones que la mayoría de los que estaban en séptimo, y formó parte de una pandilla de Slytherin que luego resultaron casi todos mortífagos. —levantó los dedos y comenzó a contar con ellos los nombres—. Rosier y Wilkes: a los dos los mataron los aurores un año antes de la caída de Voldemort; los Lestrange, que son matrimonio, están en Azkaban; Avery, del que he oído que se quitó de en medio diciendo que había actuado bajo los efectos de la maldición imperius, todavía anda suelto. Pero, que yo sepa, contra Snape no hubo denuncias. No es que eso signifique gran cosa: son muchos los que nunca fueron atrapados. Y desde luego Snape es lo bastante listo y astuto para mantenerse al margen de los problemas.

Laila Scamander y El Torneo De Los Tres MagosWhere stories live. Discover now