❥𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰

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Joaquín salió de la preparatoria junto a Emilio. Ambos iban riendo pues el mayor le contaba sobre la vez que se bañó en pintura naranja al pasar por un mural que estaba siendo pintado.

– ¡una naranja! – volvió a carcajearse el pequeño Bondoni

– sí, lucía como una naranja – Emilio se rió un poco sólo para observar la bonita sonrisa del niño que estaba causándole un revoltijo de sentimientos en el estómago – me debo ir ya, ¿seguro que estarás bien?

Joaquín asintió con una sonrisa y el rizado le dio un suave beso en la mejilla como despedida para comenzar a caminar hacia su casa. El pequeño castaño sostenía su libreta de pingüinos entre sus brazos mientras se balanceaba adelante y hacia atrás esperando por su madre.

Escuchó que alguien lo llamaba a lo lejos así que giró su cabeza para caminar hacia donde escuchaba esa voz. Una vez cerca un hombre, de alrededor de cuarenta años, lo tomó por los hombros y lo estampó contra la pared.

Joaquín soltó un chillido fuerte que logró llegar a oídos del rizado quien regresaba sigilosamente.

– niño inservible – habló el hombre

– ¿q-quién es us-ted? – preguntó con lágrimas en los ojos.

El hombre tomó al menor de la cara y le pegó una cachetada que resonó, Emilio logró escucharla y comenzó a correr hacia el sonido de los lamentos.

– ¡n-no me ha-haga daño! – gritó en desesperación

– ¿por qué no te moriste? – el mayor apretó el cuello de Joaquín y éste soltó su libreta intentando quitarse las manos de su garganta.

Sentía el aire irse de sus pulmones y comenzaba a tener un ataque de ansiedad. Comenzó a golpear las manos del hombre e intentar rasguñarlo. Estaba por rendirse hasta ver que una piedra de tamaño mediano impactaba contra la cabeza del señor.

Comenzó a sangrar y soltó a Joaquín, el adulto huyó del lugar y el menor cayó al suelo comenzando a llorar mientras se hería la piel de sus brazos pues sus ataques lo hacían autolesionarse.

Emilio salió del shock y corrió en busca de Joaquín para intentar calmarlo.

– Joaco, Joaquín, Joaquito...por favor, tranquilízate – el rizado intentaba alejar sus manos de los brazos para detener el daño – bonito...por favor para...chiquito detente ahora... – no podía hacer nada hasta ver que Emma, la madre de Joaquín, se estacionaba en la entrada de la preparatoria.

Emilio recogió todo en la mochila del menor y la tomó mientras cargaba a Joaquín lográndolo varios intentos después para llevarlo al coche de su madre.

– ¡Dios mío, Joaquín! – Emma rápidamente ayudó a Emilio a meter al pequeño en la parte de atrás y le pidió al rizado que lo ayudara a tranquilizarse en lo que llegaban al hospital.

En cuanto llegaron, la madre de Joaquín abrió la puerta y Emilio rápidamente salió de ella cargando al más chico mientras seguía removiéndose y llorando.

Una camilla llegó inmediatamente para tratarlo y todo quedó en silencio cuando esta entró a la habitación.

Emilio lloraba en silencio pidiendo a lo que sea que ayudara a su pequeño a que todo estuviera bien.

– t-tú debes ser Emilio ¿no? – preguntó Emma acercándose al rizado

– s-sí – el castaño secó sus lágrimas mientras asentía

– gracias por ayudar a mi niño – soltó

– no agradezca, yo lo a...lo quiero mucho – susurró

– familiares de Joaquín Bondoni.

Ambos castaños se giraron para ver al doctor.

– soy su mamá – habló Emma

– Joaquín ya está estable, le dimos un calmante suave. ¿Su hijo sufre de ataques de ansiedad muy seguido?

– padece de autismo.

– ya veo. Algo muy fuerte debió alterarlo pues las lesiones que se hizo son muy fuertes y tiene unas marcas en el cuello, señal de intento de estrangulamiento.

Emma abrió los ojos sorprendida y se giró a Emilio.

– ¿tu viste algo Emilio? – preguntó desesperada.

Emilio asintió débilmente volviendo a soltar unas cuantas lágrimas.

– un hombre alto lo estaba ahorcando, le lancé una piedra y salió corriendo.

Emma asintió y después ambos pasaron al cuarto donde Joaquín se encontraba descansando con las luces bajas. Tenía los brazos vendados y algunos rasguños en la cara, además de algunos hematomas en el cuello poco visibles.

Ambos castaños estuvieron media hora sin hablar sólo observando al pequeño que yacía en la cama descansando tranquilamente. Emma se levantó anunciando que iría por gelatina para cuando Joaquín despertara.

Emilio caminó hacia la silla junto al castaño y se sentó observando el bello rostro que lo hacía sentir en las nubes, su pequeña nariz, sus largas pestañas que parecían alas de mariposa cuando pestañeaba en confusión tras haber escuchado alguna nueva palabra que Emilio había dicho, sus mejillas algo regordetas que le encantaba ver sonrojadas tras decirle lo bonito que se veía hablando de pingüinos, hielo y animales de la Antártida, sus labios rosados que desde hace mucho soñaba con probar pero que jamás intentó por miedo.

Observó los brazos vendados y soltó una lágrima imaginando lo que pudo haber ocurrido si no hubiera llegado a tiempo. ¿Por qué alguien querría hacerle daño al pequeño? ¿Qué ha hecho contra ese hombre? ¡Era un niño nada más!

Tomó su mano y dejó un suave beso.

– Joaquín Bondoni, me estás atrapando cada día más – susurró y luego recostó su cabeza a lado del cuerpo del pequeño quedándose dormido casi al instante.

Emilio sentía su corazón iluminarse cada que veía a Joaquín sonreír, jamás en la vida permitiría que algo como esto sucediera de nuevo. Incluso si debía dar su vida para proteger al pequeño castaño.


– ¡maldita sea! – gritó el hombre de cabello negro

– no te muevas, deja te curo – habló la mujer a su lado

– ¡un jodido niño tenía que lanzarme la maldita piedra! – soltó nuevamente enojado – la próxima vez no lo pensaré dos veces, sólo lo mataré.

– es un niño, deberías pasar de él ya.

– no quiero tener historia con un niño autista inservible, mancha mi apellido.

La mujer se encogió de hombros y siguió curando al hombre que se quejaba a veces. No pararía hasta hacer que Joaquín Bondoni desapareciera de este mundo, no habría un Bondoni inservible manchando su apellido.

hola hola, les publico ahora el capítulo para luego escribir más, ya no tengo mucho que hacer para finales así que pude por fin escribir, disfruten.

En esta sección me pueden mentar la madre si quieren juasjuas

Olvidé agradecerles las 1k leídas, en verdad me es muy especial y me llega al corazón que les esté gustando este intento de fic jaja, lqm bai.

a u t i s m o; e m i l i a c oWhere stories live. Discover now