❥𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘴𝘪𝘦𝘵𝘦

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Emilio sostuvo fuertemente la mano de su novio cuando estuvieron fuera de la escuela. Estuvo apunto de subir al auto de su madre e irse sin Rafael a su casa pero lamentablemente el moreno corrió hacia ellos en cuanto los encontró.

– ¡que emoción! – soltó el chico logrando que Joaquín sonriera ante la clara emoción del contrario.

Los tres subieron al auto saludando a la madre de Emilio quien los llevaría directamente al Palacio de Bellas Artes.

– mucho gusto, señora, soy Rafael – saludó amablemente y otorgando una suave sonrisa a la madre del rizado

– mucho gusto, dime Natalia – ella le devolvió la sonrisa y partieron hacia el lugar.

Durante todo el camino Emilio se la pasó dándole besos en la mejilla a su pequeño novio mientras éste reía por las cosquillas que le causaba.

Rafael sonreía ante la imagen y su corazón se removió incómodamente. Ignoró el sentimiento y cuando estuvieron frente al Palacio, todos bajaron.

– ¿no quieres dejar tu mochila también, Rafael? – preguntó Natalia

– no se preocupe, vendrán por mi en una hora y media – sonrió y la madre de Emilio asintió – regresaré por ustedes en ese tiempo, cuídense – se despidió y dejó a los tres chicos solos.

Emilio apretó su agarre en la mano de Joaquín y los tres comenzaron a caminar hacia el Palacio. El rizado adoraba ese lugar y esperaba algún día poder entrar a una función en ese edificio.

Amaba la música con su vida y Bellas Artes era sin duda una de sus más grandes metas. Había abandonado la música después de que su padre falleciera pero ahora parecía que la vida le había otorgado una nueva inspiración y ese era Joaquín, su pequeño chico pingüino.

Jamás había sentido tanto amor por una persona, cada vez que lo besaba sentía sus pies despegar de la tierra. Al final no habría situación alguna que lo derrotara si aún conservaba el amor de ese pequeño castaño.

En cuanto entraron comenzaron a subir las escaleras observando varias piezas de arte que a Joaquín le daban mucha curiosidad, Emilio soltó su mano para dejarlo moverse entre las finas piezas.

– ¿cuánto tiempo llevan tú y Joaquín juntos? – preguntó Rafael

– unos meses...

– ya veo... hacen una muy bonita pareja – halagó

–... gracias... – sonrió de lado y continuaron viendo las piezas.

 – sonrió de lado y continuaron viendo las piezas

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– ¿cómo sigue tu hermano? – preguntó el hombre

– aún sigue en coma... dicen que podría despertar en unos días, la hinchazón de su cabeza va bajando poco a poco – suspiró la chica

– esperemos que pronto pueda despertar.

Gerard abrazó a su novia quien simplemente se acurrucó en él.

Ahora sabía que el muchacho metiche seguía vivo y podría despertar en cualquier momento. Necesitaba buscar una forma de eliminar por completo cualquier testigo de sus movimientos.

Sabía perfectamente que Emma no regresaría por las buenas con él así que también había ideado un plan para que, después de casarse con Mónica, pudiera sacar el dinero de la cuenta de la chica y llevarse a la fuerza a Emma con él.

Tenía dinero, sí, pero habían deudas que pagar que sin duda no podría cubrirlas con su propio dinero, por eso le pensaba robar todo a esa familia de ricos.

Quizás él también estaba enloqueciendo como su madre pero... un psicópata nunca se da cuenta ¿no?

❥al rato subo otros, ya casi llega el final y no saben lo mucho que me emociona que lo lean 🤍, los amo mucho, besos xx

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al rato subo otros, ya casi llega el final y no saben lo mucho que me emociona que lo lean 🤍, los amo mucho, besos xx.

a u t i s m o; e m i l i a c oWhere stories live. Discover now