Capítulo 2

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Yacía recostado en una camilla mientras vías intravenosas sobresalían de sus brazos

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Yacía recostado en una camilla mientras vías intravenosas sobresalían de sus brazos.

ㅡ No se preocupe, Señor ONU, ya está estable ㅡhabló el doctor colocando su tabla de anotaciones sobre una mesa de metalㅡ No falta mucho para que despierte, así que, si desea, puede esperar afuera.

ONU solamente asintió mientras acompañaba al doctor a la salida, saliendo al mismo tiempo y cerrando la puerta tras de sí.

Se sentó en una silla que se encontraba de lado derecho de la puerta para poder pensar mejor.
Pasó ambas manos con frustración por su cabello, revolviéndolo un poco; miró al suelo tratando de mantener la calma.
Había visto, con sus propios ojos, como aquella nación amada decaía en cuanto a su salud, como expulsaba líquido negro y espeso de su boca y goteaba sangre de sus ojos.

Negó con rapidez mientras el sentimiento de impotencia se apoderaba de él; debía hacer algo por México, su ser le gritaba que llegara al punto de inicio del problema, aunque el doctor aseguraba que solo "era una etapa de la recuperación".

"¿Recuperación? ¿De qué?" Se preguntaba.

La contaminación había bajado, noticias sobresalientes malas no había, se juraba que el actual presidente haría un gran cambió en el país; entonces, ¿cuál era el problema?
Su celular vibró, por lo que lo tomó y revisó aquel mensaje.

"ONU, soy CDMX, ¿cómo se encuentra mi apa?" Envió un número el cual ahora estaba registrado como "Ciudad de México".

"¿Está bien? ¿Qué le pasó? ¿No saben qué lo provocó?" Un sin fin de mensajes llegaban de parte de la capital de México.

"Dicen que solo es parte de una recuperación, es todo" trató de finalizar ONU, el cual suspiró aliviado al ver que los mensajes se habían detenido.

Se recargó por completo en su asiento, frustrado por no poder encontrar una respuesta lógica. Comenzó a sentir pesadez en sus ojos, hasta que el insomnio lo consumió por completo.

Caminaban apaciblemente por las afueras de la ciudad mientras subían una pequeña colina cubierta en pasto; el atardecer pintaba el cielo de tonos rojos, azules, morados y anaranjados, la organización sonreía mientras miraba a un tricolor subir entusiasmado.

ㅡ ¡Rápido ONU! ㅡapresuró México, el cual rápidamente se había sentado debajo de un árbol.

ONU asintió mientras apresuraba el paso; llegó donde México y se sentó a su lado al tiempo que le lanzaba una mirada llena de amor.

ㅡ ¿Sabías que te amo? ㅡtomó la mano de la nación y la acarició suavemente.

ㅡ Sí ㅡsoltó unas pequeñas risas avergonzado mientras sus mejillas se enrojecíanㅡ Me lo dices todo el tiempo.

ㅡ Pues te amo ㅡtomó ambas mejillas del contrario mientras depositaba un corto y tierno beso.

México sonrió miró hacia el cielo;ㅡ A veces me pregunto que sería yo sin ti ㅡdevolvió su mirada a la organizaciónㅡ A veces me pregunto qué serías tú sin mí.

¡Todos a por él!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz