Capítulo 21

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Rondaba con curiosidad por todas las habitaciones de la casa, encontrando en su mayoría a todos los estados dormidos

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Rondaba con curiosidad por todas las habitaciones de la casa, encontrando en su mayoría a todos los estados dormidos.
Comenzaba a aburrirse, pues no encontraba nada interesante.
Centro se igual forma estaba dormida, Sur era el único despierto, aunque no le extrañaba, eran las 6:07am y la noche anterior no durmieron mucho por estar conviviendo.
Aunque también la culpable de que esté despierto es su hipersensibilidad al ruido; el ajetreo que hizo Norte antes de irse fue lo que lo alertó, por lo que alcanzó a intercambiar algunas palabras con el norteño antes de que el mismo se fuera.

Llegó a la cocina, sería una buena idea hacer se comer.

Justo hace un día, Norte y algunos estados le indicaron como se usaba la estufa y cada sartén; los cubiertos no eran necesarios, esos era obvio que sabía el uso de cada uno.
Después de todo, su creador no crió a un inútil, le enseñó a él y a Centro a cocinar (1*).

Preparó huevo con jamón, lo suficiente como para que veinticinco personas comieran.
Tomó un poco y comió junto a las pocas tortillas que calentó, y, cuando terminó, pensó en qué podía hacer para hacer volar el tiempo.
No había mucho que hacer en el hogar, el reloj de la cocina marcaba 6:30am y aún nadie se levantaba.

Decidido, se puso de pie y salió de la casa. Empezó a caminar sin expresión alguna y, aparentemente, sin rumbo.
Mas sí tenía uno, y al lugar que iba no estaba lejos, no para alguien que se enfoca tanto en los pensamientos de su mente que pierde la noción del tiempo y hace que el viaje parezca más corto de lo que fue.

Llegó -aunque el no lo supiera (2*)- a las 7:17am. Solo sabía que en ese momento se estaba llevando a cabo una junta, y justo estaban en la parte del receso.

Subió con total normalidad, no tenía miedo de que lo descubrieran; para empezar, aquello no era posible porque, siendo un demonio, tenía la capacidad de transformar todo su ser en una simple presencia espectral.
Estar cerca de él significaba no verlo, pero sí sentir un ambiente pesado.

Llegó sin problemas a la puerta de la sala -que estaba abierta- y ahí se quedó, observando monótono con los brazos cruzados.
Le era irritante todo el desorden de voces que había, haría que todos perdieran sus voces, pero aquello causaría pánico al ser inexplicable y bla bla bla...
Miraba con atención a todos los lados, a los latinos jugueteando y correteándose, aunque también países como Japón y Ucrania participaban en el desorden; algunas parejas se daban mimos y hablaban alegremente.

Fue cuando vio a México conversando con Finlandia que borró su seriedad y la cambió por asombro. Era extraño para él ver a su "hermano" con esa felicidad en su rostro, y más con ese raro país de blanco y azul, se cierta forma, le desconcierta.

Cuando volteó a un lado diferente -ya que ver aquella escena le parecía molesto- se percató de un país color azul, negro y blanco que observaba a los países de hace momentos con un enfado completamente notable.
Ladeó su sonrisa, podía apostar su sombrero de paja a que aquel país le atraía uno de los dos, probablemente Finlandia (3*).

¡Todos a por él!Where stories live. Discover now