Capítulo 14

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-- ¿No crees que es un poco temprano para salir a pasear? --preguntó con una sonrisa ladina mientras se dejaba arrastrar por el contrario, con la mano que tenía desocupada cubría su cara del sol

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-- ¿No crees que es un poco temprano para salir a pasear? --preguntó con una sonrisa ladina mientras se dejaba arrastrar por el contrario, con la mano que tenía desocupada cubría su cara del sol.

El chico llevaba una radiante sonrisa acompañada de una actitud positiva.

-- ¿Qué dices? La hora está bien --siguió caminando, pero paró al sentir como su pareja se soltaba de su agarre.

-- ¡Son las dos de la tarde! --exclamó mientras apuntaba al sol-- ¡Nos vamos a quemar!

Se acercó a él y lo volvió a tomar de la mano;-- No te preocupes, también te querré quemadito --aquello provocó que el contrario riera.

Siguieron caminando mientras conversaban y reían, de vez en cuando intercambiaban miradas llenas de amor, se detenían a comprar cosas que se les antojaban y, después de consumirlas, seguían caminando.

Llevaban ya una semana siendo pareja, un logro casi milenario para el mayor de estatura, quien había sido persistente para poder enamorar al de piel celeste con pelo blanco.
Desde mas tiempo atrás ya se había preguntado si realmente gustaba de la organización o solo era la presión que la OMS le hacía sentir diciendo que harían linda pareja, pero llegó a la conclusión de que sus sentimientos eran verdaderos.

FBI.
Sé que debería estar prestándole atención a ONU, pero me perdí en la mitad de lo que decía cuando me centré en lo tierno que se veía hablando de algo que le apasionaba. De verdad, sus ojos brillan al hablar sobre el ajedrez, tal vez tome unas clases de eso para poder jugarlo con él.
Se permite decir chistes que -aunque no comprendo del todo- me hacen reír, solo porque me complace verlo feliz.

Jamás había visto a alguien tan emocionado por un juego de mesa con caballitos, peones, torres, reyes y reinas, es peculiar pero me agrada.
Nos sentamos en una banca mientras el continúa hablando, pero esta vez sobre la música Jazz, ahora que lo pienso, me da tristeza; que lo cuente tan emocionado quiere decir que siempre lo ha reprimido.
La gente va y viene, pasan familias, parejas también, niños jugando a "las traes".

Me detengo a hacer una comparación y sonrío aún más enternecido, pues una madre pasó con si hijo mientras este señalaba una mariposa, "¡mira, mami, una mariposa!" dijo mientras reía, luego miré a ONU, quien también hablaba con una gran y linda sonrisa, suelto unas pequeñas risas, cosa que hace el él pare.

-- Oh, l-lo siento, creo que hablo demasiado, perdón --se disculpó avergonzado.

-- ¿Por qué te detienes? Me fascina escucharte hablar --me pregunto quien lo ha hecho pensar que es fastidioso como para disculparse.

Yo puedo escucharlo hablar por horas y horas, y aunque nos quedáramos sin tema de conversación, seguiría buscando una razón para escucharlo hablar, maldito sea aquello que ha hecho que siempre guarde sus gustos y opiniones, pero yo voy a cambiar eso.

¡Todos a por él!Où les histoires vivent. Découvrez maintenant