¹|The only color

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"Olvidenlo, todo se fue al traste. Ya podemos terminar y ponganle cinta en la boca a ese niño por el amor a dios."

—Ya puede entrar señora, los estaba esperando

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—Ya puede entrar señora, los estaba esperando. —Hablo un corpulento hombre haciéndose a un lado de la puerta permitiéndole el paso a una habitación.

Entro a la sala una mujer con una mirada escalofriante, seria y fría casi sin alma o algo que denotara una pizca de amabilidad en sus ojos negros como su pelo extremadamente lacio. En sus brazos cargaba un bebe de piel de porcelana y mejillas rojas como las de su madre, una copia casi exacta en miniatura de la mujer con los mimos y grandes ojos negros además de un esponjosito cabello brillante. Un bebe que en vez de ver todo con sus grandes  ojos que deberían estar llenos de curiosidad buscando cosas nuevas solo estaba casi inexpresivo mientras que su madre lucia más que todo molesta mientras se arrodillaba al lado de una cama donde estaba una mujer anciana dando sus últimos respiros.

Este año el invierno se adelantó mucho.

Jungkook lo sabía, sabía que ya no volvería a escuchar nunca más la voz de su abuela ni ver sus ojos azules únicos en la familia, los únicos con algo de color que de todos el niño no podía ver. El pequeño niño pareció comprender el peso de la muerte en ese instante cuando vio a su abuela débil postrada en la cama sin tener siquiera fuerzas de hablar, solo disfrutando de sus últimos momentos en los que podría respirar y ver a Jungkook en silencio con una sonrisa triste en su rostro arrugado pero de alguna manera se veía hermosa, triste pero hermosa.

Movió su temblorosa y delgada mano hasta que pudo tocar la chiquita de Jungkook, sus ojitos se fueron hacia la mano con piel que se sentía como una bolsa llena de manchas por el sol mientras su piel era joven, suave y blanca.

Decidió que no le importaba guardar mas fuerzas y que si lograba hablar se iría en paz, tan frágil que el más mínimo movimiento acabaría con los movimientos lentos y erráticos de su corazón fallando.
—Se un buen niño, mi Jungkookie. —Susurro apenas con su voz ronca y extraña antes de cerrar por ultimas vez sus ojos claros como el cielo y allí Jungkook sintió algo en su pequeño corazoncito de bebe que le decía que llorar pero no lo hizo todavía agarrando un dedo de su abuela con su mano entera sin querer dejar ir a la mujer que yacía fría e inerte en la cama.

Soltó el dedo casi como si quemara cuando se sintió demasiado fría y su madre se levanto con él en brazos, se dio la vuelta todavía con su fría mirada y se fue como si nada.

Toda emoción desagradable tanto agradable sabia desabrida en su boca y la vida no tenía color para él, literal.

La vista que sus ojos negros le otorgaban estaba atrapada en una escala de blancos, negros y grises por una enfermedad con la que nació según los doctores que vio solo una vez a los que ni su madre termino de escuchar mientras explicaban algo y solo se fue diciendo que su hijo esta medio ciego sin importarle mucho realmente dejando abandonada la carpeta con sus estudios sin que nadie la leyera o le interesara su contenido.

Todo estaba en una escala de grises pero había un color en especial que era su favorito que podía distinguir por su tono.

Rojo

Su color favorito.


El color de él. El color del pequeño Jungkook.

Pero en otra parte de Seúl había otro chico, solo un año mayor que el bebe al que su padre le daba la mano y la otra a su hermano mayor con el que siempre tenia peleas que el acaba ganando por el favoritismo de su padre con él.

—Taehyung, ya es hora de irnos. —Hablo de manera firme el corpulento hombre que seguía viéndose joven sin sobrepasar los 35 años.

—¡Quiero quedarme con la abuela! —Grito el pequeño niño tratando de huir de la mano de su padre pero este era muy fuerte mientras se negaba a soltarlo.

De la otra mano estaba su hermano mayor sacándole la lengua y viéndolo con burla, el pequeño Taehyung era el único que quería a la mujer mayor ya de 60 años muy enferma, una mujer terca y gruñona que parecía solo querer a su nieto Taehyung consintiéndolo siempre con los dulces que le negaba su padre e historias fascinantes que atrapaban por completo la atención del pequeño niño lleno de curiosidad e inocencia.

Su hermano lo odiaba, era lo mismo todos los días, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung y Taehyung. Escuchaba tanto ese nombre y odiaba quedar olvidado, no importaba que llamaran a su padre por meterse en una pelea en la escuela, no le importaba así como tampoco le importo que lo llamaran por ser uno de los más inteligentes del salón para sugerirles mejores opciones de estudio cuando a Taehyung ya le aplaudían que había aprendido tan solo tres letras que por cierto leía mal siendo solo un pequeño de corta edad.

—¡No puedes Taehyung! ¡Vendrás conmigo quieras o no! —El hombre furioso tiro con fuerza de la mano del niño lastimando su delicada piel y su brazo mientras este se dejaba arrastrar y comenzaba a llorar por no poder quedarse más tiempo con su abuela.

Mientras tanto su hermano mayor sonreía por verlo hacer su berrinche con burla y victoria, por más molesto que fuera escuchar el llanto del pequeño y mimado Taehyung que solo quería sentarse en frente de su abuela sobre el suelo cerca de la chimenea y verla tejer alguna prenda mientras le contaba historias, algunas sobre seres fantásticos o otras de la mitología, nubes, la naturaleza y cómo funcionaban alas cosas o solo respondiendo preguntaras raras del niño como si se podía dormir algún día sobre una nube o de donde venia la electricidad. Una mujer muy sabía. Con paciencia para contarle al niño todas las historias que quisiera dándole material a su imaginación y mas para explorar y crear, se adoraban y no había vez que su padre lo fuera a buscar donde no llorará suplicando por pasar más tiempo con la anciana.
Solo quería, detener el tiempo con sus pequeñas manitos de niño y pasar mas tiempo con lela, para no volver con su padre y su molesto hermano. Sabía que no eran buenos pero su pequeña mente de niño no terminaba de comprender todo, no sabía lo suficiente sobre la vida y cuando llegara la lección seria dura, un golpe seco y directo para todos que le quitaría el brillo a todo lo bello y se lo otorgaría a nuevas cosas.

"¿Te duele hijo? Bueno así es la vida, acostúmbrate."

"

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I'm psycho ||Vkook||Where stories live. Discover now