ORIGENES

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BrisaGomez884 No la pienso dejar, gracias por tu apoyo.

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¿Por qué más me sentaría encima del que por más de 17 años lo creía mi primo? La insinuación fue muy notoria porque no tenía todo lo que necesitaba para acabar con Harry, sólo tenía unas fotos de su pequeño pito-Lo que serviría para nada- Necesitaba pruebas de la tradición. Su computador estaba desierto, lo cual me lo esperé porque el tipo es más de celulares y por alguna razón ni el chico de informática lo pudo hackear su iPhone, necesitaba con que mostrarle a Reese y toda la institución la mierda que era el equipo.Cuando él pensó que de verdad yo le iba a quitar los pantalones, se despistó un poco y fue ahí que saqué su celular, y como el chico de informática me había explicado lo cloné. Todo su celular aparecería en mi computador más tarde.

Sabía que cuando le quitara la chaqueta tendría que ir rápidamente por otra a su casillero el cual estaba muy cerca del salón del pelirrojo, y así no notaría la ausencia de este.

Porque claro había algo más importante para Harry que su celular, era ser cool, con su chaqueta de cuero, como si lo supiera lucir, solo faltaba el peinado para atrás y así se sentiría como John Travolta en los 70.

— Las mujeres siempre les ha gustado los chicos malos— Aseguró con convicción.

Ya nos encontrábamos en el salón del viejo pelirrojo. Era el único salón disponible donde Harry me explicaría como comenzó esa tradición estúpida.

Estaba sentada en los primeros puestos tratando de entender lo que el gusano quería decir. Mientras él hacía eso yo me encargaba de su celular por debajo de la mesa y no era como si necesitara mucha atención aunque pensándolo bien era como tratar de aprender hablar en inglés con Cardi B.

Sabía la contraseña gracias a Reese.

Trazó y dibujó un mapa mental.

— En el primer lugar está la bestia— comenzó a dibujar y cuando terminó no pude evitar reírme.

—Parece una vagina sin que la poden en meses ¿me estás enseñando clases de educación sexual?.

— Ja tan graciosa— se limitó a escribir «Bestia» enfatizando arriba de este— No apoyan el talento.

— ¿Talento?— Me reí más fuerte.

—Bueno como sea, ¿Viste alguna vez la bella y la bestia?.

—Claro era una de mis favoritas.

— Pues es algo realmente machista, el animal ese la encerró y  la trató mal, aún así eso no evitó que la protagonista terminara enamorando de él, de su captor, un claro ejemplo de síndrome de Estocolmo. Lo que lleva a la conclusión de que las niñas van amar este tipo de cosas, claro que las despistan con el cuento que hay que amar el interior y esas mierdas.

Okey el maldito gusano me acaba de arruinar la infancia.

¿Cómo antes no me había fijado en eso?

—¿Qué, eres la Virginia Woolf del siglo 21 o qué?.

— Es sentido común— Se encogió de hombros.

—¿Estás excusando algo tan grave con una historia para niños?— El tipo de verdad era un puto asco si eso era lo que pensaba.

Rodó los ojos.

—Nuestros intelectos son muy diferentes, ya sea por la familia o yo que mierda sé, pero te lo voy a tratar de explicar—Ahora fue mi turno de girar los ojos, y él comenzó a dibujar muñequitos de palitos—. En el principio de los tiempos los hombres fueron destinados para cuidar de las mujeres, ¿pero sabes que hicieron cuando Adán se quedó dormido? las perr...— le di una mala mirada y él cambió rápidamente la palabra— Las mujeres digo Eva—.Señaló a la que le había hecho el cabello más largo—.Si Eva, le robó un pulmón,¿entiendes la gravedad del asunto?.

EL QUERER DE UNA ILUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora